«Yo soy mi propia referencia». Así respondía la artista a la típica pregunta sobre influencias en la creación artística. Pero aquella pintora no era Monique Van Steen (1976, Breda, Holanda) era tan solo una interpretación para un cortometraje. Monique avisa: «cuidado, que es una peli de terror sobre arte, no soy así».

No creemos que la artista use la sangre como ingrediente para sus obras tal y como hace su personaje en el inquietante corto, pero sí que se ha convertido en una referencia para sí misma. Su trayectoria denota seguridad y dominio de sus recursos creativos. Está en la línea correcta, y lo sabe.  

Belleza desproporcionada

La expresión del rostro humano, la emoción que transmiten los ojos y los gestos. El motivo principal de la obra de Van Steen no puede ser más clásico. Como en Reina de Picas 2012, donde la artista afincada en Barcelona acude a uno de los rostros más populares del siglo XX: Grace Kelly. La actriz metida a reina fue durante años el paradigma de la belleza. Y para Van Steen no hay una belleza más expresiva que la que emana del rostro.

Reina de Picas 2012, Monique van Steen

Reina de Picas 2012, Monique van Steen

¿Nunca te has cruzado en el metro o en el autobús con una de esas caras a las que no puedes dejar de mirar? Es la seducción de la belleza, ese nutriente que nos alimenta en los tiempos muertos. La obra de Monique Van Steen pretende (y logra) seducirnos a través de la representación de la armonía de rostros femeninos.

La serie Beauties investiga el modelo de belleza de los medios de comunicación de masas. Pero la artista holandesa lleva a su terreno los recortes de las revistas de moda. Incorpora matices procedentes del cómic como en Escila 2012. La desproporción del rostro (esos ojazos) no solo pasa desapercibida, sino que la asumimos como necesaria. También las manos o la cabeza del David de Miguel Ángel son desproporcionadas y sigue siendo un icono de la belleza masculina…  La belleza no tiene porqué ser proporcionada.

Escila 2012, Monique van Steen

Escila 2012, Monique van Steen

Dripping sobre modelos

La técnica es un elemento fundamental para cualquier artista, y no lo es menos para Van Steen que ha sabido moldear una fórmula creativa que funciona tanto a nivel estético como comercial. Sus cuadros podrían decorar cualquier apartamento urbano o bar de moda.

Rostro de Africa 2006, Monique van Steen

Rostro de Africa 2006, Monique van Steen

Ya en Rostro de África, un lienzo de 2006, la artista holandesa mostraba su afición al dripping, una técnica que se hizo popular con el expresionismo abstracto de artistas como Jackson Pollock, pero que Van Steen aplica a su pop figurativo. Si nos fijamos en una obra más actual como por ejemplo Peleiade 2014 comprobaremos que el dripping se mantiene pero de forma más sutil.

La pintora holandesa parte de fotos extraídas de las revistas. En ocasiones, le atrae una mirada o un gesto de la boca. Toma estas fotos como base para el esqueleto del lienzo que crea a través de campos de color en acrílico. Y luego llega el dripping, ese goteo con esmalte sintético que agita las expresiones. Este contraste de técnicas entre la quietud de los campos de colores acrílicos y el temblor del dripping es el fundamento que convierte la obra de Van Steen en tremendamente efectiva desde un punto de vista estético. Como si Pollock, Rothko y Warhol se fueran de copas y terminaran haciendo una obra a tres manos. De cualquier forma, Monique ha logrado algo que muchos artistas no alcanzan nunca: encontrar la técnica adecuada para expresar su universo creativo.

Peleiade 2014, Monique van Steen

Peleiade 2014, Monique van Steen

Observar y ser observado

En una exposición de Monique Van Steen, un espectador se siente acechado. Es un elemento curioso de la obra de la artista holandesa. Los primerísimos planos y los grandes ojos de sus modelos nos cuestionan, mientras nosotros disfrutamos de su belleza pop como sucede con  Pisitoa 2012 (aunque en este caso, un solo ojo sea suficiente para escrutarnos).

Pisitoa 2012, Monique van Steen

Pisitoa 2012, Monique van Steen

Lo que Van Steen parece cuestionarse en su obra (fue modelo de pasarela, sabe de lo que habla) es el mundo de la moda y la belleza  irradiada por los medios de comunicación. Es como cuando hojeamos una revista de moda, la fascinación y el artificio batallan por saturarnos. Mientras tanto, Monique Van Steen sigue disfrutando de otra saturación, la de la luz mediterránea que viste la vida de colores y que cambió para siempre su trayectoria artística.

 

Puedes visitar la galería completa de Monique Van Steen aquí.