El
Museo del Louvre y el
Grand Palais de
París han acogido hasta el 30 de octubre la 36ª edición de la
Feria Internacional de Arte Moderno y Contemporáneo (FIAC), uno de los eventos más importantes del arte actual. Se reunían 168 galerías de una veintena de países, además de obras de Picasso, Miró y Warhol.
Tras una década de exilio en el frío y alejado recinto ferial de la Puerta de Versalles, la
FIAC ha vuelto al centro de la ciudad. Una estructura efímera y transparente de 5.200 metros cuadrados en el patio central del Museo del Louvre acogía 71 galerías, 62 de ellas de la escena emergente y nueve especializadas en el diseño de interiores.
El resto de galerías, casi un centenar, encontraban su espacio bajo la cúpula de cristal del Grand Palais, que albergaba a lo más granado de la escena artística internacional, más de la mitad procedente de fuera de Francia.
Pero los verdaderos protagonistas de la feria eran las pinturas, grabados, vídeos, esculturas, fotografías e instalaciones del arte emergente que se presentaban. Entre ellas, quince monumentales esculturas que fueron ubicadas en el Jardín de las Tullerías para amenizar parte del kilómetro que separa el Grand Palais del Louvre.
Pero no sólo eso. Clásicos como Picasso, Miró, Fontana y Warhol, ausentes el año pasado, volvieron a tener presencia en esta edición.
Y para los que buscaban
la alternativa, tres opciones: la elitista
Show Off en los Campos Elíseos, la 'underground'
Slick con 25 galeristas con voluntad de descubrir nuevas tendencias, y la innovadora
Diva, que reunía lo que hay de vídeo e imagen digital.
Más información:
FIAC 2006