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Se conoce como Sierra Gorda a una zona montañosa que forma parte de la Sierra Madre Oriental y que corre desde el sur de San Luis Potosí hasta el noreste del estado de Hidalgo, cubriendo la porción nororiental de Guanajuato y la mayor parte del territorio queretano, hacia el norte y el oriente.
Esta sierra se compone de macizos montañosos en cuyos pliegues se forman valles y barracas, entre los cuales corren ríos encajonados en estrechos cañones. Existe en la Sierra Gorda una gran heterogeneidad topográfica y climática que da lugar a la formación de nichos ecológicos diversos que van del semidesierto prevaleciente en Cadereyta, Tolimán y Peñamiller, el bosque de coníferas en San Joaquín y Pinal de Amoles, y la selva baja, que se observa hacia el norte de Jalpan, Concá y Landa de Matamoros.
En la región se han encontrado indicios de la presencia de grupos recolectores-cazadores que datan de hace unos cinco mil años. No hay una idea precisa de la manera como se formaron posprimeros asentamientos, pero hacia el primer siglo antes de nuestra era, diversos pueblos ya se habían establecido en el área.
La variedad de microclimas y la disponibilidad de recursos varios, particularmente en lo que respecta a la riqueza mineral, propiciaron el desarrollo de pueblos distintos, cuyo principal rasgo en común fue participar de la actividad minera. En la investigación arqueológica de los asentamientos prehispánicos de la Sierra, se ha propuesto la distinción de tres zonas, en razón de la predominancia de cientos materiales rasgos culturales, que hemos identificado como Serrana, Huasteca Queretana y Río Verde.
No obstante las particularidades culturales propias de los pueblos de la Sierra Gorda, es posible distinguir la presencia de otras culturas mesoamericanas, como es el caso de las que florecieron en el Río Laja (Guanajuato), el Cerro de la Cruz (San Juan del Río), Teotihuacan, el Tajin, la Huasteca y Tula, prevaleciendo las manifestaciones de carácter local. Es de observar cómo, en el contexto de la contracción de Mesoamérica, hacia el siglo XII se gestó un proceso de desocupación de Mesoamérica, hacia el siglo XII se gestó un proceso de desocupación de los principales asentamientos y disminución de la intensidad demográfica en la región, que pasó a ser ocupada por grupos nómadas, como los jonaces, o seminómadas, como los pames.
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