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Flores pintadas en acrílico sobre tablilla con 517 cristales de Swarovski aplicados sobre fondo y flores. Tercera pieza del tríptico. Doble moldura de madera en blanco y lila.
Los cristales de Swarovski son ahora el corazón de mi obra, gotas de agua al sol, un arco iris de destellos, colores, brillos, que hacen recordar que hay que mirar la vida desde diferentes puntos de vista y vivirla de mil maneras.
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