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El lienzo está pintado con tres franjas horizontales de distintos tamaños. La franja superior está pintada en color gris, separada de la central, que es amarilla, por una línea negra y otra roja difuminada. La franja inferior que es de color gris claro y azul celeste también está separada de la central por una línea negra y azul más oscuro. Todo el cuadro presenta trazos más o menos acentuados en color blanco que le dan a la obra sensación de movimiento.
La simplicidad y la claridad de la forma son características de esta obra minimalista que invita al espectador a reflexionar sobre la relación entre el color, el espacio y la percepción.
Pepa López nació en la ciudad de Barcelona. A partir del año 2010 retoma su pasión por la pintura bajo la dirección de su maestra Maribel Rosell y posteriormente cursa estudios en la Escola Massana, Centro de Arte y Diseño de Barcelona. Utiliza su particular técnica de pintura al oleo sobre lienzo con relieves modelados en textura acrílica que le permite el realce de las formas, dándoles más vistosidad.
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