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Lo primero que puede llamar la atención de esta serie de trabajos, y no siempre es así, es el título que los recoge: \\\\\\\\\\\\\\\"Territorio Excesivo\\\\\\\\\\\\\\\", un territorio que, según el autor, se excede, se ultrapasa y sobresale en algo. Uno se pregunta a qué puede hacer referencia este concepto.
Diversas ideas, entre otras, sobrevuelan al pensamiento de un territorio excesivo, la presión sobre el territorio, la arquitectura cada vez más icónica y mediática, y la suma de sensaciones que ocurren al contemplar el territorio y el paisaje. Es esta última idea la que toma más consistencia si se contempla el hecho de descubrir un territorio raíz de un viaje. No sería la primera vez que el autor realiza una nueva serie de trabajo después de realizar una estancia en otra lugar, ya sea próximo o lejano.
\\\\\\\\\\\\\\\"Territorio Excesivo\\\\\\\\\\\\\\\" nace a raíz de una estancia del artista en la isla canaria de Fuerteventura, una Isla donde hay que resaltar la fenomenología de concepto insular, la presencia próxima y palpable del desierto, el carácter genuino que se expresa en un paisaje marcado por los fenómenos geológicos ocurridos a lo largo del tiempo, en definitiva, la extraordinaria y mágica fuerza telúrica de su territorio.
Albert Viladrosa (Rosselló de Segrià, Lleida, 1951) es un pintor que en sus inicios en los años setenta se adentra en el mundo de la cerámica, de aquí su constante pasión por lo matérico, las tierras, los óxidos, esmaltes, pigmentos, etc. El relieve, la textura, los volúmenes, el color y la luz que capta en el paisaje natural de la Isla representan para el artista toda una paleta de sensaciones para ser expresada en sus apuntes y lienzos.
La investigación pictórica en que se adentra no es tan sólo una representación real o imaginaria, representa también un marco de experiencias con una significación vital y al mismo tiempo espiritual del territorio. El artista reivindica un territorio donde destacan la presencia de elementos naturales que emergen del territorio, y elementos ligados al concepto de humanidad como es la arquitectura, la cual se integra en este paisaje con unas formas simples, no sofisticadas, y con un cierto deje de primitivismo ligado a la tierra y a la gente que la habita.
El artista mediante una técnica donde aplica sucesivas capas de pigmentos, va construyendo y deconstruyendo un paisaje dentro de un territorio, también excesivo para un pintor, que es el lienzo. A partir de una base pictórica neutra aplicada a todo el lienzo, el artista crea sus pinturas superponiendo y solapando diversas capas de pigmento en el lienzo, cada una de éstas reserva de la memoria, total o parcialmente, a la anterior, que queda como un recuerdo del territorio primigenio. Este proceso de estratificación reformula cada capa hasta que la perspectiva final conforma el paisaje.
La serie se presenta en dos formatos, los formatos apaisados integran territorio y arquitectura en horizontes amplios y difusos. En los formatos figura el autor se aproxima y focaliza más su atención en elementos concretos del territorio. Esta visión intensifica la capacidad metafórica y alegórica que expresa el territorio y profundiza en la idea de que el territorio es el templo del paisaje.
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julián sunyer
ALBERT VILADROSA
Albert Viladrosa (Rosselló de Segrià, 1951) es un pintor que en sus inicios en los años setenta se adentra en el mundo de la cerámica, de ahí su constante pasión por lo matérico, las tierras, los óxidos, esmaltes, pigmentos , etc. El relieve, la textura, los volúmenes, el color y la luz que capta en el... Ver más información de Albert Viladrosa
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