EL CABALLO

• País: España
• Categoría: Dibujo
• Técnica: Tinta
• Medidas: 39.37 x 27.56 in
• En Artelista desde: 19 de enero del 2021

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Presenta a la figura del caballo inscrita en un círculo, dentro de ese círculo hay planetas y satélites.

El CABALLO significa SALVAR OBSTÁCULOS DEL EXTERIOR.
Los PLANETAS Y SATÉLITES Hacen alusión al MICROCOSMOS, al mundo interno de la persona.


La figura en sí está saltando, lleva la rodilla inclinada, aunque solo se pueda apreciar parte de ella en el centro.


Hace referencia a que en el momento en que SOLVENTE su propio mundo interno RESOLVERÁ los conflictos del exterior.


Los OBSTÁCULOS son siempre INTERNOS y si no se resuelven vuelven a presentarse, lo exterior es un "reflejo" del interior.


Alienta esta carta a que resolvamos nuestro propio mundo interno para arreglar el mundo externo que nos rodea y no nos satisface.
Nuestros patrones de conducta dan unos resultados en el mundo físico en el que vivimos, nada de lo que nos rodea es ajeno a nuestra forma de proceder, así que si algo no nos gusta hemos de detenernos en ver qué conductas, hábitos o actitudes del ego lo han originado para empezar a cambiarlos.





EL HOMBRE QUE BUSCABA UNA CASA CONFORTABLE:

"Erase una vez un hombre que vivía en una casa vieja, incómoda, helada en la que el frio se colaba por las rendijas en invierno. Siempre la tenía desordenada y llena de papeles por todas partes. Consideraba que como no lucia tampoco era necesario limpiarla demasiado hasta tal punto que sus ventanas no necesitaban cortinas porque las arañas habían tejido ante los cristales sus telas. Se decía a sí mismo:
"Si un día tuviera una casa confortable y nueva todo sería diferente, me convertiría en un hombre feliz, saldría de esta pocilga infecta y adquiriría una mayor calidad de vida".

Quiso la suerte que siempre es caprichosa, probar realmente sus palabras y un día le obsequió con una casa nueva y bien construida en la que no carecía de ninguna de las comodidades del confort moderno. Amueblada de manera práctica, cómoda y de calidad. Al principio se sintió muy contento porque se le facilitó completamente el cambio. No era necesario que llevara nada porque todo lo que pudiera necesitar se había previsto que allí estuviera. Libretas para escribir y no trozos de papel viejo, armarios para mantener en orden cada una de sus pertenencias, productos de limpieza para que la higiene brillara de la misma forma como el primer día que le fue entregada.

Sin embargo empezó a recordar que había escrito algo que le interesaba en un papel viejo y decidió ir a la antigua casa a recuperarlo. Al llegar a la casa nueva en lugar de pasarlo a uno de sus nuevos cuadernos, lo dejó tirado en un rincón, sin hacerle caso alguno. Otro día recordó que tenía un jersey viejo que aunque no estaba muy limpio y tenía rotos los codos, le podía ser útil. Se decidió de nuevo irlo a buscar a la antigua casa pero como esta nueva casa tenía una muy buena calefacción no le fue necesario el uso del jersey con lo que quedó tirado en mitad de la alcoba. Así fue llenando la casa de trastos viejos que dejaba desordenados por cualquier parte. Acostumbraba además a no guardar de nuevo las ropas u objetos que albergaban los nuevos armarios. Agotaba el uso de las cosas y sucias podían aparecer por cualquier sitio. No lavaba nada, ni platos, ni ropa, ni suelos, ni cristales, con lo que cada vez la nueva casa se fue pareciendo más a la vieja. Se estropeó la calefacción y por desidia, no mandó repararla así se acabaron oxidando los mecanismos. La casa comenzó a convertirse en fría y los cristales a cubrirse con telas de araña. Por lo que de nuevo quiso tener otra casa nueva y confortable.

La suerte de nuevo le brindó la oportunidad de obtener otra nueva y confortable casa y otra y otra cada vez que descontento, desechaba cada una de las casas por haberlas convertido en algo inhóspito y desagradable.

Al final la Suerte se presentó ante él y le dijo:

"Cada vez que te has sentido mal en una casa porque estaba sucia, fría y desordenada se te ha dado otra nueva, limpia, ordenada, confortable y cálida pero indefectiblemente las has ido convirtiendo en lo contrario. Has huido de ella refugiándote en otra que siempre estaba nueva, limpia, ordenada, confortable y cálida. Como no has sabido valorar lo que se te ha ido ofreciendo, es más, de forma zafia y caprichosa, has ido aburriendo y desechando cada una de las casas que con cariño, se te han ofrecido. Como, además, NO HAS QUERIDO CAMBIAR TUS HÁBITOS olvidando la higiene y el orden y has acabado por convertir cada una de las hermosas casas que te ofrecían en una pocilga. Y como no has valorado el esfuerzo de las personas que han trabajado para presentarte, cada vez que te cansabas, una casa nueva, limpia, ordenada, cálida y confortable y has preferido cambiar de casa antes que cambiar tus hábitos, subestimando así el trabajo y el esfuerzo de todas las personas que han colaborado en que tú fueras más feliz. A partir de este momento serás devuelto a la pocilga en que te hallabas porque no has demostrado ser digno de cada una de las mansiones que se te han ido ofreciendo".

Había otro hombre que la Suerte, por el contrario, no le concedió lo que al primero sino una casa vieja, desordenada, fría e inhóspita. Cuando la vio se sintió contento porque siempre había vivido en la calle y decidió, en primer lugar, limpiarla y ordenarla. Una vez estuvo limpia y ordenada pudo ver que el sol entraba a través de los cristales que antes estaban tapados con unos ventanillos de goznes oxidados, Cambió posteriormente los goznes, puertas y ventanas con lo que evitó la presencia del frio. La pintó, amplió y realizó todo tipo de reparaciones que hicieron de ella un hogar confortable y hasta lujoso.

Fue su voluntad, dedicación, entusiasmo, trabajo y amor por su casa como consiguió lo que el otro hombre nunca pudo conseguir por más oportunidades de vivir de manera confortable que la suerte le ofreciera. Había algo que le faltaba: amor y respeto por todo lo que tocaba. Valoración de sí mismo y de lo que la suerte le había ofrecido.

Triste, desde su ventana, observaba el primer hombre a su vecino envidiando y admirando como una casa que al principio era idéntica a la suya había podido convertirse en una hermosa mansión.


Por última vez se le presentó la Suerte para decirle:

"Si quieres que tu vida cambie graba en tu memoria con letras de oro mis palabras:

Nada de lo que le ocurre al ser humano es externo a sí mismo, ni depende de mí azar caprichoso, como muchos creen. Es en su propio interior que halla la capacidad para cambiar aquello que no le gusta y hacer de su vida algo bello y agradable. Todo depende de tu propia elección interna.

POR TANTO LA BELLEZA O LA FEALDAD NO ES ALGO EXTERNO A SÍ MISMO, RADICA EN SU CAPACIDAD DE TRANSFORMARSE Y EN CONSECUENCIA, TRANSFORMAR EL PROPIO ENTORNO"

(Carmen Luelmo)