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"El mundo nunca perdona que una persona traiga algo nuevo al mundo. La persona creativa inevitablemente será castigada por el mundo. El mundo aprecia a la persona no creativa pero habilidosa, a la persona técnicamente perfecta. Porque la perfección técnica simplemente significa perfección del pasado"
(Osho)
Un hombre representativo del poder y del clan familiar mira en una dirección (hemisferio izquierdo), su postura es AUTORITARIA, DOGMÁTICA, FIRME Y CERRADA, un brazo lo alza hacia arriba en el nombre de una ley que él mismo ha creado.
Con la otra mano coge al niño (hemisferio derecho) e intenta llevarlo hacia su mundo.
El niño no tiene brazos ni piernas, puesto que no puede crear con sus manos ni caminar en su dirección, una dirección novedosa, innovadora y también la más antigua de todas, LA DIRECCIÓN DE SUS ORÍGENES.
Desde el mismo día en que nacemos recibimos una programación por parte de los padres y más adelante por la sociedad limitando nuestro ámbito individual.
Al nacer somos un enorme folio en blanco, los adultos encargados de nuestra educación empiezan a escribir sobre él, a medida que lo van haciendo nuestro folio se va empapando de todo lo que va descubriendo, el constante entusiasmo ante las cosas tan característico de la infancia queda reflejado en él, así desarrollamos emociones diversas quedando materializadas la alegría, la tristeza, el miedo, el coraje, la duda, la seguridad o inseguridad, la culpa, etc.......La intensidad de estas emociones condicionará nuestra vida de adulto.
Cuando nuestro folio se ha llenado si no hacemos nada nuevo al respecto dictarán las pautas que modelarán la caracterización de un determinado modelo de persona.
Se trata de reconstruir a partir del momento en el que tenemos autonomía personal un guion nuevo individual para dar lugar a unas sensaciones nuevas más ardientes y positivas que determinen una vida plena y satisfactoria.
De hecho todo lo negativo que hayamos tenido anteriormente solo era el producto de una inconsciencia por parte de nuestros progenitores y evidentemente también de la sociedad, de hecho actuaron de una forma sumamente restrictiva o controladora quizás porque ellos fueron educados así, en consecuencia tomaron unos patrones de referencia equívocos.
El primer paso para conseguir una desprogramación de aquello que no ha sido satisfactorio es entender la inercia de la sociedad y saber perdonar, Evidentemente nuestros padres nos quieren, y desean lo mejor para nosotros pero ello no significan que sepan exactamente qué es lo mejor.
La gratitud ante las cosas que tenemos será el punto de partida para una nueva programación.
Valorar todas las cosas que tenemos, tanto personales como materiales será el referente clave para la reestructuración.
Los hijos representan las virtudes más fuertes de los padres y también los defectos más acentuados, tu hijo es una expresión de ti mismo, una ampliación para evidenciarte quien eres, debes de aceptarlo con su temperamento, porque tu aceptación de él será la aceptación de ti mismo, si lo amas tal cual es te amarás y te respetarás a ti mismo.
El mejor regalo que le puedes realizar a tu hijo es no interferir en su educación, tienes que dejar que explore por sí mismo, tienes que dejarle que componga su propia música.
La sociedad tiene miedo de que el niño se salga de los patrones convencionales.
"Por culpa de este temor empiezan a moldear un cierto patrón de conducta en el niño. Por culpa de este temor empieza a dirigirle hacia un camino determinado, hacia un objetivo particular, pero no saben que por culpa de este temor están matando al niño. Nunca será feliz. Nunca te lo agradecerá, siempre cargará un resentimiento hacia tí.
Sigmund Freud tiene una gran comprensión sobre este asunto. Dice: Todas las culturas respetan al padre. No existe ni ha existido nunca ninguna cultura sobre la tierra que no haya planteado ni propagado la idea de que hay que respetar al padre. Sigmund Freud dice:" este respeto hacia el padre surge porque en algún momento en los tiempos prehistóricos los hijos asesinaron al padre para evitar ser mutilados".
Es una idea original, pero muy importante, está diciendo que el respeto que se rinde al padre está basado en la culpa, y que esa culpa ha sido cargada durante miles de años. No es un hecho histórico sino un mito cargado de significado, que en algún lugar gente joven debió asesinar a su padre y luego se arrepintió, naturalmente porque era su padre, porque él les estaba conduciendo por lugares que no eran felices.
Lo mataron pero después se arrepintieron"
(Osho)
Mercedes Reverte nace en Barcelona en 1964. Es autodidacta, a pesar de haberse formado en el estudio de la pintora Teresa Farrés. Es miembro activo de Firart en sus inicios y realiza diversas exposiciones individuales en FNAC, EMD de Valldoreix, Antigua estación de RUBÍ, Versión Original, etc.Se gradúa en Psicología en el año 2016 y se especializa en Autoliderazgo y Conducción de Grupos, Estimulación Cognitiva y Psicoterapia breve estratégica. Todo ello le permite cambiar la visión actual del Arte, puramente contemplativa por una visión de comprensión.
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