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Es un panorama onírico en el que los hechos que no han sido comprobados y el amor de los cuentos de hadas perdura para siempre. La fantasía se hace realidad y no es susceptible a las criticas ni pretende cuestionar la realidad. Nos habla de las cosas imposibles que se han vuelto realidad.
El número tres (3) se hace muy importante en el ambiente. Los girasoles y las abejas refuerzan la idea de ese presente, que siempre está ahí para cambiar lo que no nos gusta y desarrollar nuestros proyectos cada día; como la miel que fabrican las abejas laboriosamente y en libertad. Los protagonistas firman ese contrato, diciéndonos que han renunciado a sus obstáculos o miedos. Al parecer, en el picnic comen KFC y celebran su compromiso, para recordarnos que nunca es tarde para lograr nuestros sueños y que a veces tenemos que celebrar. El ambiente parece estar de acuerdo con ellos y envía tres mariposas de confirmación.
Pero ellos no están solos, a lo lejos una princesa y un príncipe también han afirmado su amor por el rito del matrimonio. El diamante nos da a entender que tienen una relación especial como los dos del picnic. Los personajes tienen un aura dorada alrededor como si el acercamiento del unicornio hubiese consagrado el festejo, una especie de espíritu santo en el ambiente que emite alegría y plenitud. Hay tanta prosperidad que el dinero esta esparcido en suelo, como si se hubiera vuelto superfluo e innecesario. Una carta de tarot parece indicar que los personajes nos les importa el credo o buscan señales de Dios en diversas formas. Una carta ha quedado expuesta y significativamente el artista escoge “la sacerdotisa” para hablar de la fertilidad y los misterios ocultos del ambiente.
Misterios ocultos que vuelan en el cielo, como las tres naves espaciales y bolas de colores, ¿o quizás ángeles? Cerca de las bolas de colores y seres del espacio hay tres mujeres pájaros, al parecer andan pendientes de las actuaciones de los personajes y el ambiente, ¿quizás dando armonía? balance? o simplemente cuidándolos? -No, al parecer estas aves extrañas no los cuidan pues vemos un pequeño tigre con alas que cuida de su ama y los alimentos . Ellos ya no necesitan las aves con tanta confirmación de aquella maravillosa energía en el ambiente. Quizás las mujeres pájaros tan solo esperan que algún día los personajes pasen a otros planos no sin antes superar varias pruebas para conorcerse ellos mismos y luego conducirlos a las puertas del más allá. Puertas que atractivamente se camuflan en las fabulosas nubes rosadas acompañadas de la esperanza del arcoíris y un hermoso atardecer.
Materiales: acrílico
Tamaño: 1.18 m x 98cms
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