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Esta obra fusiona lo místico y lo natural en una escena surrealista que captura la imaginación. Un majestuoso cangrejo gigante se erige imponente sobre la emblemática estructura de Stonehenge, envuelto en un aura de luces vibrantes y colores intensos que dan vida a un cielo dramático y misterioso. Las texturas ricas y los contrastes de luces y sombras invitan a un viaje visual donde lo antiguo y lo fantástico convergen. Un cuadro que desafía la realidad y encierra un simbolismo profundo, ideal para quienes buscan una experiencia artística única y evocadora.
Mi trabajo es el reflejo de un espíritu autodidacta y explorador del inmenso océano de conexiones entre naturaleza, humanidad y cosmos.
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