© All rights reserved
En esta etérea obra, Mercedes Gordo nos invita a explorar un paisaje onírico donde la serenidad del cielo azul se encuentra con la delicada niebla que envuelve las colinas. Las tonalidades suaves de violetas, rosas y marrones generan un contraste armonioso, evocando una atmósfera de calma y reflexión. El agua en el horizonte refleja una luminosidad tenue que acentúa la sensación de profundidad y conexión con la naturaleza.
Esta pieza destaca por su capacidad de transportar al espectador a un espacio imaginario lleno de quietud y belleza introspectiva, haciendo de esta pintura un refugio visual para quienes buscan escapar al mundo de los sueños.
See more information about Mercedes Gordo Andres