Dicen que Andy Warhol o Jean Dubuffet ya usaban bolígrafos para pasar el rato mientras barruntaban sus siguientes proyectos. Porque, ¿quién no se ha entretenido alguna vez con el boli BIC en mitad de una tediosa clase, en el autobús o esperando cita con el dentista? Un bolígrafo puede ser el antídoto ideal para una situación de aburrimiento… pero también puede ser el medio para crear una obra artística. Para muestra, siete artistas que han convertido el boli BIC en la principal herramienta de su arte.

Lennie Mace

Ha sido considerado uno de los grandes pioneros en el arte con bolígrafo llegando a ser denominado como The Ballpoint Picasso. Lennie acuñó el término penthings para denominar estas ilustraciones creadas exclusivamente con bolígrafos. Fue a finales de los 90 cuando este neoyorquino nacido en 1965 comenzó a usar esta herramienta cotidiana para realizar obras que pronto se convirtieron en tendencia hasta llegar a ser editadas en publicaciones como New York Times. El extravagante Lennie se fue a mediados de los 90 a Japón… y allí se quedó.

Juan Francisco Casas

El artista jienense es una de las referencias de esta vertiente pictórica en España. Activo desde los primeros años de la pasada década, sus obras se han convertido en un clásico dentro del mundillo. «Lo que hago no es tan excepcional. ¿Quién no se ha distraído pintando con un boli en un cuaderno», comentaba Casas en una entrevista a El Periódico cuando su nombre empezaba a sonar con fuerza. Más de diez años después de aquella fulgurante irrupción sus dibujos de chicas jóvenes y de un perfil muy concreto en actitudes (más o menos) cotidianas se han convertido en su marca personal: “Sí, es un Casas”

Sarah Estejé

Nacida en París en 1987, la artista Sarah Estejé (también conocida como abadidabou), apostó por el bolígrafo azul para dar una nueva orientación a su obra. Sarah estudió arte en el Instituto Superior de Artes Aplicadas de París y después en la Escuela de Imagen Gobelins. Aunque posteriormente ha usado el bolígrafo para representar todo tipo de motivos, la artista parisina comenzó con dibujos hiperrealistas de animales.

Enam Bosokah

Enam estaba trabajando en una instalación escultórica que no terminaba de avanzar, así que decidió tomarse un descanso. Se encontró en la mesa con un bolígrafo y se puso a garabatear. Nos suena, ¿no? Fue en aquel momento cuando se dio cuenta de que con un instrumento sencillo y aparentemente tan “poco artístico” podía dar salida a toda su creatividad. Comenzó con retratos de grandes personalidades africanas y su fama fue creciendo hasta convertirse en uno de los principales autores africanos que usan el boli como herramienta creativa.

Pablo Ariel Descalzo

“(…) Me quedé sin trabajo, repartía muchos currículos y empecé a dibujar en los márgenes del papel, a experimentar nuevas texturas y dimensiones que desconocía. Poco a poco fui adquiriendo técnica y fui experimentando con hojas y bolígrafos (…) Hay escuelas donde te enseñan a dibujar con tinta china, plumilla, carboncillo… Pero en ninguna parte enseña la técnica a bolígrafo, ya que como tal no es considerado una herramienta de dibujo”. El artista argentino afincando en Cataluña exponía en una entrevista para El Vallenc muchos puntos en común con el resto de sus colegas penters: “Quiero demostrar que se puede hacer arte solo con un bolígrafo”.

Chema Mora

Nacido en Yecla, Chema Mora se dedica desde los 14 años al diseño de calzado… y al arte con bolígrafo desde que hace unos seis comenzó a dibujar retratos de ancianos en un proyecto que luego denominó Miradazul. “Si hubiera presentado este proyecto en otro material como acuarela, oleo o plumilla, hubiera sido algo más común y menos llamativo (…) Suelo gastar más o menos 4 o 5 bolígrafos”. Con todo, más barato que los pigmentos tradicionales, ¿no?

Nicolas V. Sánchez

Aunque este artista mexicano radicado en Nueva York no solo usa bolígrafos, ha encontrado buena parte de su éxito gracias a las penthings. Nicolás V. Sánchez también apuesta por el hiperrealismo en muchas de sus obras pero al contrario de la mayoría de sus colegas, ha tenido a bien introducir más colores que el azul BIC en sus obras que gozan de gran éxito como demuestran sus exposiciones individuales y sus colaboraciones con publicaciones de la talla de Vogue o Vanity Fair.