El puntillismo hace de lo diminuto un bien inconmensurable. Que de lo minúsculo broten partículas que al ojo humano se le antojan paraísos tornasolados. Vuelve cada punto un universo cromático único que solicita con urgencia nuestra atención para dar sentido a lo que le rodea.

Este podría ser el retrato de una de las muchas emociones que la estética del puntillismo despierta en el espectador. Si hablamos de técnica, su poética se transforma en paciencia y método, ejecutados bajo una sistemática disciplina y una calculada intencionalidad.

El Retiro. Carlos Casu Bravo

El Retiro. Carlos Casu Bravo

Pero, primero, ¿en qué consiste el puntillismo? Se trata de una técnica pictórica mediante la cual las composiciones se crean aplicando puntos de color puro pegados unos de otros. Visto el lienzo a distancia, el ojo humano fusiona los puntos individuales y los convierte en áreas de color sólido. De esta manera, el espectador puede apreciar las formas y los colores que el artista buscaba representar.

¿Cómo lo logra? El puntillismo atiende a principios teóricos sobre el color y al uso de colores complementarios, caracterizándose por un planteamiento divisionista del tono. Del mismo modo que el pintor sustituye los trazos o pinceladas amplias por puntos, la mezcla del color también se aleja de la manera tradicional. No se efectúa una mezcla de pigmentos en la paleta, sino una mezcla óptica del color, es decir, que se fragmenta el color en sus componentes en la tela y se reconstruye el tono en la retina.

Bodegón puntillista. Julieta González González

Bodegón puntillista. Julieta González González

El colorido, por tanto, se vuelve un asunto completamente científico. Cada punto de color fija una relación con los demás considerando criterios establecidos con anterioridad, como el espacio que va a tomar en el cuadro o sus elementos adyacentes.

El puntillismo surgió en Francia en 1884 a partir del impresionismo. De hecho, profundiza en algunas de sus pautas como pintar al natural y frente al motivo, el interés por la noción emocional de los colores y lo principal: captar las luminosidades de la naturaleza. Gracias a la mezcla óptica, y desterrado el ímpetu intuitivo, supera la meta impresionista y persigue efectos lumínicos y cromáticos mucho más intensos y brillantes. Idea de la que se sirvió, en 1886, el crítico de arte Félix Fénéon para denominarles neoimpresionistas.

Crisantemos. Roberto Raúl Volta

Crisantemos. Roberto Raúl Volta

El impulsor y principal exponente del puntillismo fue el pintor francés Georges Seurat (París, 1859- 1891), siendo su lienzo Tarde de domingo en la isla de la Grande Jatte (1884- 1886) el manifiesto del movimiento y, a su vez, una de las pinturas maestras del siglo XIX. Entre los pintores puntillistas, es de obligada mención Paul Signac (París, 1863- 1935), número dos del grupo.

Si te apetece seguir disfrutando del puntillismo, aquí puedes hacerlo con nuestros artistas.