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Esta obra tiene una composición claramente geométrica y simbólica. Se observan dos grandes columnas rojas verticales al centro, flanqueadas por bloques rectangulares y cuadrados en tonos amarillos, verdes y beige, que enmarcan toda la pieza como un mosaico. Los colores y las formas evocan una estructura urbana o arquitectónica.
Las dos columnas rojas pueden interpretarse como una alusión a las Torres Gemelas de Nueva York, reforzada por los otros bloques que parecen representar edificios alrededor. El uso de texturas —particularmente trapera y cartón— le da un carácter táctil, casi escultórico, mientras que la composición cuadriculada transmite orden dentro del caos visual.
Los contrastes de color (rojos intensos sobre tonos terrosos y neutros) crean un sentido de energía y memoria.
La obra sugiere una reflexión posterior a los atentados del 11 de septiembre de 2001: una obra de homenaje, reconstrucción o recuerdo.
Inicié esta andadura con el pastel, donde plasmé principalmente marinas de mi playa natal: la playa de Las Canteras, en Las Palmas de Gran Canaria. Más adelante realicé una leve incursión en la acuarela y posteriormente dediqué unos años a la pintura al óleo. En la actualidad trabajo con técnicas mixtas pinturas acrílicas que fusiono con diferentes materiales.
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