© Todos los derechos reservados
...Y ella amarrada a sus propios miedos no pudo vislumbrar a su principe azul
Soy una de esas personas que poseemos la virtud o desgracia de poseer una mente muy inquieta. Un cerebro que no se apaga, tejiendo en sus neuronas un nuevo camino, nuevas ideas o simplemente pensando en no pensar nada, cosa que se hace extremadamente imposible. Si observamos esta peculiaridad de manera positiva, solemos crearnos lindas historias que, acompañadas de mucha entrega y pasión, pueden llegar a ser un cuento real. Sucede que de pronto la vida me ha cambiado,ha sido duro pero esa...
Ver más información de Gabriela van der Guaira