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Hoy les presento a Alberto (Ber-Ber). Lo de Ber-Ber tiene su explicación. Lo primero es porque observo (lo admito, es mucho decir) que los mininos se pierden en un nombre con trés o más sílabas. Con una sílaba van que se matan. Pero, al mismo tiempo, sus personalidades parecen exigir nombres que las contengan enteramente.
Ber-Ber, o a menudo sólo "Ber" se llama así porque es un gato titubeante. Es un gato, más que tímido, cobarde. Es pacífico, de esos pacificos que va un enano y se le lleva el bocado de la misma boca. La inseguridad de Ber-Ber me llevó a "sentir" que por fuerza era (y es, y será siempre) un gato tartamudo. Os imagináis : Mimi, mimi, mi-mi --miau ! Mimi, mimi ... ¿ a que ya empezáis a impacientaros? Pues es lo que les pasa un poco a sus parientes. Tanto más cuanto "Ber" no pertenece por sangre a esta familia pues llegó de otra parte del bloque. En realidad oscila entre la casta noble de los Gatínez y unos primos suyos retiraos, los que viven en el parking al aire libre. No os preocupéis que estos no dan de sí tanta palabrería y con dos o tres fotos para todos van que arden. Pero sí comparecerán un día para completar nuestro guiñol gatuno.
Ber tiene cosas buenas. Nunca se pelea, nunca exige la comida, siempre pregunta ... qué narices ni pregunta, se pone el último en la cola ... a lo que dejen los otros.
Tiene un aire vaporoso, lo cual por una parte es porque lleva los pelos permanentemente de punta (porque anda por todas partes a ...sustado y quizá también porque así se protege mejor del frío y del calor. Lo de la masa de aire -aislante- retenida entre los pelos y esas cosas.
Por si esto no os convenciera, Ber, ese ese gato que se desliza -procura no ser objeto de atención de nadie- con el rabo también electrizado y doblado, como si fuera un boomerang, pero cuya punta libre de la cola, mira hacia abajo y no hacía arriba. Una perfecta señal de sometimiento a mi entender. Ber, que tiene una cara de gato pijo, de familia rica venida a menos, es guapo. Pero de esos guapos de guapura blanda, de ojos pacíficos, que son una invitación para otros que andan por ahí pidiendo guerra.
Por eso a Ber yo le llamo el "gato péndulo" porque siempre está oscilando entre los descastaos del párking y la nobleza Gatínez. Y sin embargo puede que él o un antepasado directo proviniera de un piso bien, con calefacción y cubetita con su nombre y blando sofá. ¡ La Vida !
Aparecerá en algún otro momento, más adelante. Pero no os hagáis ilusiones, ya está muy mayor para cambiar.
Llevo impresa la luz fría de una mañana de marzo en la alta tierra castellana. He aquí una manera adecuada para un artista de decir que nací en un pueblo soriano, hace ya, ¡ uy, bastantes años !
Sin embargo, es poco lo que permanecí allí y los avatares de la vida me han depositado en Madrid, de donde también soy y ya para siempre.
No tengo formación especial, o mejor dicho, académicamente seguida. Unas temporadas con un pintor madrileño, un paso por la Escuela de dibujo ...
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