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Esta obra es una puerta de entrada al estado en el que la luz y la oscuridad ya no son enemigos, sino amantes. Aquí no hay lucha, no hay división entre lo “sagrado” y lo “diabólico”: sólo hay unidad, donde cada faceta de la existencia es reconocida y abrazada.
La creé el día de mi 48º cumpleaños, como símbolo de un renacimiento hacia la plenitud. Es el tercer umbral, la tercera iniciación, cuando la persona deja de buscar afuera y empieza a vivir desde la profundidad de su propia naturaleza, uniendo lo divino y lo terrenal, lo espiritual y lo material, la luz y la sombra.
En esta obra está tanto el rostro extasiado del nacimiento en la luz como el ojo pícaro del Bufón — un recordatorio de que la iluminación no mata el humor, sino que lo hace más puro y libre. Sólo quien ya no teme nada puede reír realmente con la vida y en la vida.
«La Tercera Iniciación» es para quienes están listos para entrar en un espacio donde el amor lo abarca todo: desde el resplandor del espíritu hasta el gozo de la carne, desde las alturas celestiales hasta las profundidades de la tierra.
999 — el número de la finalización de un ciclo y el paso a un nuevo nivel, el punto de no retorno a la antigua percepción.
No es solo un cuadro — es un portal para quienes están listos para decir “Sí” a la vida en todas sus formas.
Natali Ustinova es una artista contemporánea nacida en Rusia y afincada en España desde hace más de 20 años. Su obra en fluid art y abstracción canaliza energía, emoción y espiritualidad. Crea desde la conexión profunda con lo divino, buscando despertar algo auténtico en cada espectador.
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