Barnizado de la plancha

• País: España
• Categoría: Grabados
• Técnica: Aguafuerte
• En Artelista desde: 17 de junio del 2010
• Etiquetas: radierung, ofort, lepty, lept, jedkanje, gravure

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Barnizar la superficie del metal requiere cierta práctica. No basta con depositar encima el barniz y extenderlo a lo loco. El objetivo del artista grabador ha de ser el de conseguir que la capa protectora sea lo más uniforme posible. Una película de barniz excesivamente gruesa, al ser rayada con el punzón, tiende a levantar virutas que se extenderán sobre la plancha y y se depositaran en las incisiones, paralizando la corrosión del ácido y por lo tanto evitando la perfección del trazo. Un barniz excesivamente fino, si la plancha fue previamente grabada al aguafuerte, tiende a sufrir la agresión del ácido en las zonas más sensibles. Debemos por lo tanto procurar que la película que protege el metal de la corrosión del mordiente sea la adecuada.
En una plancha virgen se procede tal y como explico en el esquema. Vertemos sobre la superficie un poco de barniz, impregnamos el pincel (tipo acuarela de buen tamaño) con esencia de trementina y en la misma plancha a base de pinceladas mezclamos el barniz con la esencia de trementina que absorbe el pincel, extendiéndolo luego en forma de película sobre el resto de la plancha. Veremos que el pincel de acuarela tiende a recoger el barniz cuando repasemos la superficie del metal repetidas veces, al objeto de darle uniformidad a la película protectora. Si deslizamos las cedas del pincel sobre la boca del recipiente que contiene el barniz veremos que este escurre al interior, por ello podremos ir retirando poco a poco el barniz sobrante de la plancha y con el mismo pincel trasladarlo al recipiente.
Con un poco de maña es fácil lograr una película sin la menor deformación.
Un aguafuerte nos exige ser meticulosos en este aspecto. Para ver como actúan los ácidos no tienen más que hacer una prueba. Depositen sobre una plancha el barniz procurando que la película sea más gruesa en unos lados que en otro. Con un punzón dibujen algo sobre la película gruesa y sobre la más fina y sometan la plancha a la acción del ácido. Si lo hacen al momento es probable que la diferencia no se note en exceso, pero si están realizando un dibujo complejo que les lleve varios días, verán que la película gruesa tiende a expandirse y el resultado finalmente no sera el esperado. Pueden influir varias factores: La presión de la mano sobre el barniz, pues aunque antepongamos un folio siempre tendremos tendencia a apoyarnos encima, la fuerza de la gravedad, el tiempo de secado. (Un barniz grueso unos exige como poco unas 24 horas de espera, uno fino poco más de 8) Por ello con un barniz fino es más difícil que sucedan este tipo de problemas. Por otro lado recuerden que el punzón tiende a levantar virutas si utilizamos barniz grueso.
Introducir la matriz en una recipiente con barniz puede ser muy práctico, posteriormente bastará con apoyar la plancha sobre uno de los cantos y dejar que la fuerza de la gravedad actúe. El único problema que le veo es que el barniz tiende a llenarse de impurezas en muy poco tiempo si no somos cuidadosos.
He de añadir que procuro utilizar barnices de la mejor calidad y barnizar la plancha con película muy fina.
Si el metal ya ha sufrido anteriormente alguna agresión me esmero en que el grosor del barniz sea algo más grueso, para evitar que los mordientes deformen los trazos.