Me llamo Fernando Toledo y soy el resultado de lo que es nacer en una isla caribeña (nací en la Habana, Cuba) con todo lo que eso implica, calles e iglesias coloniales con sus respectivos vitrales coloridos a la luz del sol tropical y olores del puerto. Un lugar mágico, cargado de historias, y lleno de gente abierta. Esa es mi raíz.

Medio día, Fernando Toledo.

Medio día, Fernando Toledo.

Estudié en la academia de arte San Alejandro (Cuba). En mi obra, me interesa como camino la espontaneidad, la ejecución pasional y libre, el arte figurativo, las huellas desenfadadas del pincel, eligiendo la línea y el color casi emulados de un vitral para sacralizar la cotidianidad representada, para elevar al grado de sagrado esos pequeños momentos cotidianos donde somos realmente nosotros, sin presiones sociales ni autoimagen formada, tan simples como la vida misma. Desde el 2005 radico en Chile, junto mi esposa y mis dos hijos.

¿Cuándo y por qué empezaste a pintar?

Tengo recuerdos de a mis 5 años dibujando con crayolas sobre cualquier soporte que se me ponía en medio (las paredes de mi casa también fueron parte), posiblemente tenía una necesidad de expresión enorme combinado con un gran mundo interno e imaginación. Mi familia se ocupó de que desarrollara aquella capacidad en diversos talleres de pintura.

En trance, Fernando Toledo.

En trance, Fernando Toledo.

¿Cómo crees que deben ayudarse una galería y sus artistas?

Por regla general los artistas no son muy buenos para divulgar su trabajo, para ofrecerlo, incluso a veces hasta para venderlo. En ese sentido pienso que galería Montecatini tiene una relación cercana con los creadores que apoya, y es aún en estos tiempos, de vital importancia.

¿Qué consejo darías a aquellos artistas que empiezan a mostrar su obra?

Creo que es importante partir del interiorizar, del experimentar sin temores para lograr cierto grado de autoconocimiento, el “por qué hago lo que hago”. Una vez teniendo ese grado de seguridad personal, buscar los espacios y medios que tengan mayor conexión con lo que creas. Por ejemplo, suele pasar que jóvenes artistas desean exponer en galerías de cierto renombre por el tema curricular que les proporciona, o por entrar en cierta elite. En sí a esto no le encuentro nada malo, pero a veces puedes estar perdiendo la oportunidad de que tu obra sea vista por muchas más personas y tener mayor impacto en el espectador siendo expuesta en las salas de una universidad, una institución o a la entrada de un teatro, donde además es mucho más fácil llegar e ir adquiriendo experiencia expositiva.

Abril, Fernando Toledo.

Abril, Fernando Toledo.

¿Cómo vendiste tu primera obra? ¿Hay alguna con la que sientas una mayor conexión?

Estoy casi seguro que la primera obra vendida fue en México DF, estuve allá por 3 meses a finales del 1999 invitado por la universidad de Lasalle para impartir un taller junto a otro amigo artista, como el gobierno cubano demoró demasiado en darnos el permiso de salida terminamos llegando desfasados y ya en la universidad estaban de vacaciones, resultó (como siempre sucede) que la necesidad se transforma en creación, por lo que armamos una subasta con amigos y gracias a aquella idea subsistimos aquellos meses y algo pudimos llevar también para nuestro país.

Creo que hay varios cuadros con los que he sentido gran conexión, si tengo que decidirme por uno de ellos podría ser: “HILARIA”. A veces (al igual que muchos artistas) se siente una sensación agridulce cuando te compran una obra que apreciabas de manera especial, pero es parte de lo que haces y al igual que los hijos, son engendrados para luego partir.

Hilaria, Fernando Toledo.

Hilaria, Fernando Toledo.

¿Qué es el arte para ti? ¿Qué papel juega en tu vida? ¿Vives del arte?

Para mí el arte es un camino (placentero) con un lenguaje propio que entiende el espíritu. Un camino expresivo que ha estado siempre en mi vida, como un fuerte aliado en buenas y malas, ayudándome a percibir y entender el mundo. Más que “vivir del arte”, vivo relacionado al arte, hago clases y talleres en diversas instituciones, luego las exposiciones y ventas de mi obra son un complemento.

El Viejo y el Mar, Fernando Toledo.

El Viejo y el Mar, Fernando Toledo.

¿Cuáles son tus fuentes de inspiración? ¿Te identificas con algún otro artista?

La mujer es para mí una fuente inagotable de inspiración. La mujer retratada en su soledad, en su intimidad, cuando es ella misma sin estereotipos sociales.

Artistas a los que vuelvo constantemente: la lista es larga, pero por citar uno: Elaine de Kooning, en especial por sus retratos (todos) con ese poder de síntesis, trazos libres pero precisos, además de su directa y trabajada simpleza figurativa.

En Espera, Fernando Toledo.

En Espera, Fernando Toledo.

¿Qué tiene tu proceso creativo que lo haga especial?

No creo que sea muy especial, habitualmente escucho música mientras trabajo, intento ser coherente con lo que voy sintiendo, yo diría que es una especie de diálogo entre lo que quiero expresar, lo que me va pidiendo la obra y lo que el instante decreta que debe quedar en el tiempo.

¿Has realizado alguna exposición últimamente, ¿qué puedes contarnos? ¿Tienes algún proyecto en mente?

Este año he tenido la oportunidad de exponer ya un par de veces mi trabajo, tanto en la Universidad de Concepción, campus Los Ángeles, Chile, como en la Municipalidad de Laja, Chile. En estos momentos estoy preparando con mucha ilusión una muestra en la ciudad donde radico, donde hace ya tiempo no exponía y espero sea un reencuentro con los espectadores que me conocen.

Primavera, Fernando Toledo.

Primavera, Fernando Toledo.

Y en la Galería Montecatini, quien representa mi obra, expongo de forma permanente.

Podrías recomendarnos:

Un artista: Henry Matisse.

Una obra: La gitana tropical de Víctor Manuel.

Un libro: El viejo y el mar de Ernest Hemingway.

Una película: Suite Habana de Fernando Pérez.

Muchas gracias.

Te invitamos a visitar la galería de Fernando Toledo en Artelista.

Urania, Fernando Toledo.

Urania, Fernando Toledo.