Soy un hedonista enamorado de las imágenes que me rodean (incluso en los sueños). Soy farmacéutico por accidental tradición familiar y como tal he trabajado hasta el 2012. De la misma forma que un día descubrí que nunca había tenido la fe que decía que profesaba, me di cuenta de que yo era artista y no farmacéutico. Perdona la catarsis, pero darse cuenta de eso pasados los cincuenta es un poco duro. Pero soy optimista y nunca es tarde cuando llega.

Me gusta el cine, el teatro, el fútbol, la literatura, la montaña, la playa, la arquitectura y la astronomía. Si además puedo fotografiar o pintar todo esto y darle mi visión, ya estoy satisfecho.

¿Cuándo y por qué empezaste a crear?

A los diez años copié un dibujo de un cómic que me salió razonablemente bien, pero mi entorno más cercano me había etiquetado ya como poco hábil para el dibujo, y seguí una infinidad de años intentando entender qué narices eran las declinaciones del latín y las inabarcables ecuaciones de segundo grado. Un día de agosto del 1994 descubrí el Corel Draw en el ordenador de mi despacho. Varios años (y un par de cursos de dibujo y pintura) después, había descubierto que aquello era lo mío.

Lienzo, Lluís Girau Reverter.

Lienzo, Lluís Girau Reverter.

¿Cómo crees que deben ayudarse una galería y sus artistas?

¿Me estás pidiendo que os haga “la pelota” a Artelista? Venga pues: sois un ejemplo. Admitís a todo el que quiera exponer su obra (hay mucha élite suelta por ahí), dejando que sea el público quien juzgue la calidad. El precio es más que razonable (yo llegué a pagar 500.000 pesetas por exponer quince días en galerías que siempre tenían el mismo público el día de la inauguración y nadie las visitaba el resto de días). Gracias a la Web mi obra se puede ver en prácticamente todo el mundo.

¿Qué consejo darías a aquellos artistas que empiezan a mostrar su obra?

Mostramos la obra por necesidad de reconocimiento (si no, no la muestras). Pero lo importante es “crear” la obra, necesitar “de” y disfrutar “en” la ejecución misma. Es el único acto “puro” de todo lo que rodea a la vida de una obra de arte.

Bruna, Lluís Girau Reverter.

Bruna, Lluís Girau Reverter.

¿Cómo vendiste tu primera obra? ¿Hay alguna con la que sientas una mayor conexión?

No siento una conexión especial con ninguna de ellas. La primera que vendí fue hacia 1997, Música enjuguessade, un pentagrama blando que baila sobre un fondo color crema por 50 euros en el Centre Cívic Can Deu a la Plaça de la Concòrdia de Les Corts en Barcelona.

¿Qué es el arte para ti? ¿ Qué papel juega en tu vida?

¡Dios, qué pregunta! Algunos dicen que los artistas somos los inadaptados, los locos, los protestantes de la sociedad. Estoy de acuerdo. Pertenezco a un colectivo que no está conforme con ciertos gregarismos impuestos y aceptados sin oposición. El arte, junto a otras militancias, es mi aportación al “poderoso drama” (El Club de los Poetas Muertos).

Mi arte es, unas veces, pura observación de pequeños detalles, otras, búsqueda de nuevas realidades más dignas, más serias, más humanas, más divertidas, más interesantes,…El arte es el lazarillo que me permite vivir mi vida.

Sillas, Lluís Girau Reverter.

Sillas, Lluís Girau Reverter.

¿Cuáles son tus fuentes de inspiración? ¿Te identificas con algún otro artista?

Tengo una formación (o deformación) de encuadre fotográfico. Voy por ahí encuadrando imágenes de todo lo que me rodea. Si a esto le sumamos el amor oriental por lo sencillo, lo viejo, lo descartado por el común de una sociedad, tenemos el secreto de mis fuentes.

Me emocioné cuando pude contemplar la Composición nº 7 de Kandinsky. Volví a emocionarme ante un Ramo de flores de Renoir. ¡¿Qué se yo?! Permíteme ser un tanto polémico, que me encanta: Cuando llegué al Montón de platos en la Fundació Antoni Tàpies, ya no pude más, y me propuse a mí mismo no salir de allí hasta que me enterara del mensaje. Algún dios se apiadó de mí y un rayo inspirador me atravesó cual unicornio desbocado. ¡Idiota, te estoy diciendo que la visión artística está en ti, no en la cosa!

En tu proceso creativo, ¿tienes alguna costumbre, práctica o manía que sea peculiar o curiosa?

Rezo un Padrenuestro, Avemaría y Gloria, y luego… No, no, perdón. No tengo ninguna.

Palabras, Lluís Girau Reverter.

Palabras, Lluís Girau Reverter.

¿Has realizado alguna exposición últimamente, qué puedes contarnos? ¿Tienes algún proyecto en mente?

Mi última exposición fue en la calle, a la puerta del local del que me desahuciaban. Fue un éxito. Casi todos mis vecinos tienen obras mías gratis colgadas en sus paredes. Es un honor, y no lo digo en broma. Estoy a la espera de ofertas de las galerías más prestigiosas. De lo contrario, tanto ellos como la Humanidad se lo pierden.

Podrías recomendarnos:

Un artista: Leopoldo Roca, mi bisabuelo. Creo que la visión continuada de sus cuadros cada domingo durante largos años en mi infancia, cual impactantes imágenes supraliminales, dejó huella en mi inconsciente.

Una obra: Un cuadro que “pillé” en Internet y que versioné en su momento. Representa a un escritor con pose melancólica, mirando al infinito, con un fondo de ventanas en arco de medio punto. Luz y color maravillosos. ¡Pero le perdí la pista y no se de quién es ni donde está! Porca miseria.

Un libro: L’ombra de l’eunuc, de Jaume Cabré. Coetáneo mío con el que me identifiqué poderosamente.

Una película: La leyenda de la ciudad sin nombre (1969) de Joshua Logan. Lee Marvin y Clint Eastwood, una joya imperdonablemente olvidada. Un canto a la desproporción, a la locura, a la libertad: una obra de arte.

Te invitamos a visitar la galería de Lluís Girau en Artelista.

Suave, Lluís Girau Reverter.

Suave, Lluís Girau Reverter.