Dice Eva María Villalba que el Guernica es una de sus obras preferidas. Any War es la respuesta de la artista sevillana a la obra maestra de Picasso. Cuadro de gran formato (200 x 100 cm) es una de las aportaciones más ambiciosas de Eva Villalba. Las referencias picassianas son evidentes tanto en el formato, como en la temática, o en algunos de sus motivos. Pero el estilo, la pincelada y el uso del color se alejan —afortunadamente— del genio malagueño.

Any War, Eva Villalba Vega
Any War, Eva Villalba Vega

La composición se estructura a través de una serie figuras humanas y de animales en diferentes tamaños y perspectivas. En uno de los extremos, se percibe una ciudad a punto de ser devorada por la violencia, apunto de consumirse bajo las llamas del furor bélico.

Algunos de los rostros rozan el expresionismo goyesco mientras que un gran ojo mira al espectador como si fuera el sol del gran ocaso. Pero lo más interesante del cuadro está en el abigarramiento cromático que a base de capas de materia —en las que destaca el curioso uso de los dorados y los rojos— que genera esa sensación de delirio desesperado. Y es así como Any War vuelve al Guernica: transmite la misma alienación que el cuadro de Picasso —es la guerra, es cualquier guerra—, pero con otros medios.

¿Dónde está mi movil?, Eva Villalba Vega.
¿Dónde está mi movil?, Eva Villalba Vega.

Además de todo ello, Any War es una muestra de la versatilidad de Eva Villalba capaz de pasar de un gran formato expresionista a un cuadro realista, íntimo y casi cómico como es ¿Dónde está mi móvil?, una feliz aportación de la artista andaluza que mereció una selección en la XXII Muestra de Artes Plásticas de la ciudad de Dos Hermanas en 2017.

Si acaso, este lienzo es más representativo de la paleta y la pincelada de Eva, más tendente al realismo figurativo clásico con un cierto matiz impresionista. Porque los cuadros más realistas de Eva, como es el caso de este ¿Dónde está mi móvil? tienen un cierto halo atmosférico que los salva, a menudo, de pasar por una simple versión pictórica de la realidad visible. Al contrario, en este lienzo sentimos el impulso decidido del niño trasteando con sus juguetes: porque ya sabemos que no hay nada más serio para un niño que jugar.

El tendedero, Eva Villalba Vega.
El tendedero, Eva Villalba Vega.

La infancia es, según las propias palabras de la artista sevillana, el principal motivo de su pintura. Aunque nosotros preferimos hablar de inocencia. Buena parte de la producción de Eva Villalba gira en torno a ese elemento: la inocencia como candor, ingenuidad y aprendizaje, pero también como pureza espiritual.

Hambre, Eva Villalba Vega
Hambre, Eva Villalba Vega

Una inocencia desintegrada, hecha jirones por el feroz mundo de los adultos: esta ausencia de transición entre el candor infantil y el dolor de la experiencia, encuentra su representación en lienzos como Niño Sirio, En su mirada o Hambre. Eva Villalba concentra todo su talento en la mirada de estos niños que transmiten ese abismo, uno de los peores al que se asoma un ser humano a lo largo de su vida: el final de la inocencia cuando aun no toca.

Abundando en esta temática, la pintora sevillana aguijonea nuestra sensibilidad con otro cuadro de gran hondura poética: El limpiabotas. Sabiamente, Eva Villalba difumina buena parte de la superficie pictórica con el objetivo de que el espectador cruce su mirada con este niño que nos dice todo lo que hay que decir con sus ojos y su gesto. Si El limpiabotas es sutil, La encontré en la calle es brutal, un lienzo de denuncia social claro y contundente, siendo esta temática otra de las preferidas de la artista nacida en Sevilla.

La encontré en la calle, Eva Villalba Vega.
La encontré en la calle, Eva Villalba Vega.

En esta línea de denuncia social destacan dos de las últimas aportaciones de Eva: Por una vida nueva y Contra viento y marea, dos lienzos que exponen el drama de la inmigración destacando desde un punto de vista técnico el uso limitado del color, dejando al rojo un papel preponderante y simbólico.

Contra viento y marea, Eva Villalba Vega.
Contra viento y marea, Eva Villalba Vega.

Pero los niños también juegan, aman y sueñan. Los cuadros más etéreos de Eva son estos pequeños formatos de niños felices que descubren el embriagador aroma de la vida. Algo así sucede en los deliciosos La Flor o El Pincel. Mientras que en Amor Fraternal, con un estilo de pincelada rápida e impresionista, el niño abraza la inocencia, descubre el amor.

Te invitamos a visitar la galería de Eva Villalba Vega en Artelista.

Entre tus brazos, Eva Villalba Vega.
Entre tus brazos, Eva Villalba Vega.