© Todos los derechos reservados
Este cuadro es una explosión de color que transmite la vitalidad de un campo en plena primavera. Con pinceladas gruesas y texturizadas, la obra evoca un prado lleno de flores en donde predominan los tonos amarillos, verdes y rojos, acompañados de acentos violetas que aportan contraste y profundidad. La técnica parece cercana al impresionismo moderno, con un estilo libre y casi abstracto que sugiere movimiento, como si el viento recorriera la pradera.
El ambiente general es alegre, luminoso y vibrante, recordando la sensación de estar rodeado de flores en un día soleado.
Mi trabajo se mueve entre la abstracción y la expresión, buscando transmitir sensaciones más que representar realidades. Cada trazo, cada textura y cada contraste de color nace de la necesidad de explorar lo invisible: aquello que sentimos, pero no siempre podemos nombrar.
Ver más información de Antonio Doreste Miranda