© Todos los derechos reservados
Esta obra presenta mi visión hecha gesto, una temporalidad de mi propio cuerpo que se perpetúa a través del material aquí elegido: el plástico. A manera de autorretrato presento esta muñeca, una suerte de alegoría de cómo el cuerpo es entendido como objeto desde la sociedad de consumo capitalista, y más específicamente de cómo mi propio cuerpo, en cuanto mujer, es objeto que se produce, se exhibe y se consume, es decir, mi percepción sobre la manera como creo soy vista desde fuera.
El cuerpo es contemplado aquí como una transgresión de lo utilitario que acepta la mayor gama posible de perversiones. Al hablar de perversión busco una relación directa con las alusiones psicológicas del término y el poder que éste ejerce -el perverso- como mecanismo que obliga y enseña a desear. Entendiendo el deseo como la base de la sociedad de consumo capitalista.
Este cuerpo-autorretrato, demuestra que yo finalmente no me pertenezco porque soy la construcción de otros (entre esos otros, el perverso). Soy una construcción por fragmentos, retazos de aquellos que ejercen o han ejercido directa o indirectamente una influencia sobre mí, la imagen de un todo compuesto por fragmentos no autóctonos, herencias, costumbres, tradiciones y estereotipos que provienen del mundo circundante.
Ver más información de María A Artista