Información de la obra original

  • País: España
  • Categoría: Dibujo
  • Técnica: Lápiz
  • Medidas: 11.02 x 8.27 in
  • En Artelista desde:
  • Etiquetas: deber, poder, capri, historia, roma, Tiberio

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Descripción de la obra

Tiberio en sus últimos años se refugió en la isla de Capri: ---- Tuvo mucho tiempo para pensar ...----

- Yo no quería ser emperador. ---
- Augusto (Octavio), el emperador, el marido de mi madre - y que como todo el mundo sabe NO ERA MI PADRE, nunca pretendió que yo fuese emperador. --- Nunca le gusté a Augusto. Bueno, es que yo ni siquiera le gustaba a mi madre.---
- Mi hermano menor, Druso, ese ... aún, aún. Él era, era..., apolíneo, inteligente, generoso, buen soldado (un gran general). Tenía don de gentes, una familia, una mujer ejemplar; (o sea, quiero decir ejemplarmente romana) ... En fin, ¿se puede pedir más? --- Así que no es raro que él fuera, de los dos, el preferido de mi madre --- Pero no se lo reprocho; porque nunca le tuve envidia. Eso era imposible. Nos queríamos. Nuestra aparente competencia era tan sólo algo, ¿cómo lo diré?, deportivo; eso es.
- Y no obstante y todo Augusto nunca lo habría nombrado su sucesor. No era de su sangre. Era, eso sí, el hijo de Livia. Pero hasta ahí. Y rindió unos servicios insuperables a Roma. Estupendo; pero ... ---En cambio nunca se le oyó una crítica contra Augusto. Después de todo, Augusto había obligado a nuestro padre a divorciarse de nuestra madre para casarse (él) con ella.--- A cambio, digamos que le perdonó la vida. Supongo que quitarle la esposa fue el precio que Augusto exigió a nuestro padre por haber sido un rival, un sentimental al fin y al cabo que se resistía a creer que la República estaba ya muerta. Por otra parte, Augusto nos adoptó a los dos. --- Como no podía ser de otra manera.
- Aunque, lo dicho, ni mi hermano Druso ni yo podíamos suceder a Augusto en su tarea ...---
Druso, gentil como siempre, desapareció del escenario. Se mató. Quiero decir, por supuesto, en el campo de operaciones. Su caballo lo tiró al suelo para luego caerle encima él mismo y triturarle una pierna. La gangrena se lo fue comiendo. Antonia, su mujer tuvo el tiempo justo para llegar y despedirse los dos ¡Entre los Claudios, blandenguerías las justas!--- Bueno, el caso es que así el problema quedó arreglado. Aunque a medias, claro.
--- Yo era tan bueno en todo como mi hermano. Sólo que sin gracia. Yo era la mula de carga de Augusto. Mi hermano, siguiendo con el ejemplo, digamos que había sido ese bonito caballo que se exhibe los días de fiesta en el Campo de Marte.---. \"¡Tiberio, ve y acaba con ellos! me parece estar oyéndolo.---.\" Tiberio, ve y dales una lección a esos germanos\" Y así, básicamente gané para \"mi padre\" la Panonia, el Ilírico, dí mucha leña en el Rhin, aseguré una vez más la Retia ... Lo cual, todo hay que decirlo, a menudo a la par, mano a mano, con Druso.--- \"En fin, una vez muerto mi hermano yo fuí aún más si cabe \"¡Tiberio, esto y lo otro!\".... Y después, cuando volvía de aquellas campañas, un \"gracias\" seco y punto (Augusto, eso sí, era muy educado). --- \"Es que no me gustas Tiberio : eres demasiado buen general, un romano de los pies a la cabeza. Igual que tu difunto hermano, ciertamente. Si bien, lo mismo que él, ... hmmm, demasiado valiente; ¿comprendes? ¡Podrías acabar eclipsándome tú también! --- Pero Druso ya murió, con lo que dejó de preocuparme. ---¡Otra cosa sería si fueras hijo mío de sangre, Tiberio!\"---.--- Así que yo no sería emperador. ¡Buf, menos mal! Yo odiaba el Imperio; quiero decir sus formas. Porque yo amaba las maneras de la República. Al igual que Augusto, yo amaba a Roma, lo hacía todo por Roma; pero no por ser un día emperador de los romanos!---.--- Y sin embargo, pese a todo lo dicho, a Augusto se le fueron muriendo todos sus sucesores; los de su sangre, me refiero.---
- Primero Marcelo, su sobrino (un auténtico gilipollas; un niñato -de esos de las nuevas hornadas romanas - que ganaba las batallas sobre los mapas. Peor aún : que se atrevía -sobre el mapa, ya digo- a corregirnos. No ya a mí, ¡sino al mismísimo Agripa incluido! --- ¡Si Marcelo alguna vez hubiera tenido una espada de verdad en sus manos, seguro que al rato ya se habría cortado un pie él solito!.--- Se murió de un catarro. --- Dicen que Livia, mi madre, tuvo algo que ver en eso ... (Pues ella soñaba con que uno de sus hijos, Druso, o si no yo, fuera el emperador después de Augusto).--- Así que dicen que mi madre lo envenenó. Pero no, lo que se oye por ahí no son más que habladurías; Marcelo murió de un catarro. Quiero decir ..., que yo juraría que murió de un catarro. --- Su viuda Julia, la hija de Augusto y su primera esposa, quedó desconsolada. ¡Marcelo era muy guapo!
--- También murió joven Germánico, mi sobrino, el hijo mayor de Druso. Germánico ... : he ahí otro de los últimos grandes romanos. Me pregunto cómo mi hermano Druso pudo engendrar tres criaturas tan dispares como Germánico, su hermano tonto,(\"el tonto de Claudio\"), y Livila.---
Lo de Germanico ...; bueno es que siguiendo esa especie de lógica tenebrosa que se ha cebado en nosotros los Claudios, Germánico tenía que desaparecer pronto también. Que fue justamente lo que ocurrió. Porque Germánico era un romano formidable. A la altura de su padre, Druso.
Germánico llegó más lejos que ningún romano con sus legiones; esto es, hasta el mismísimo río Elba. Una acción sin duda muy atrevida, casi temeraria.--- Cuando retornó de allí y se vio con Augusto, el viejo se consumía en el dilema de si felicitarlo o reprenderle por su arrojo, dado su natural gusto por la prudencia.--- Una vez más en Augusto triunfó ésta última. De manera que le hizo saber a Germánico que en adelante no se llevaría a cabo ninguna acción romana que se internara tanto en el interior de Germania.---\"Lo del Elba había estado bien, una auténtica machada\", vino a decirle el viejo a mi sobrino, como una concesión a su valor. Pero le recalcó tanto como quiso que tantos riesgos no merecían la pena. Llegar hasta ese río oculto por el bosque y la niebla a costa de una línea de aprovisionamiento tan larga y vulnerable había sido sin duda una temeridad. El imperio tenía que ser consciente de sus límites. Los límites, que significaban la seguridad, y que de forma natural ofrecía durante muchas millas el río Rin. No obstante todo esto, Augusto concedió a Germánico su bien ganado triunfo y una ovación en más de una ocasión en el senado. Tanto más cuando éste había recuperado y traido de vuelta a casa las áquilas y estandartes de aquellas dos legiones comandadas por Varo y que unos años antes habían sido aniquiladas en el bosque de Teotoburgo; a manos de Arminio el querusco y su gente.--- Puedo recordar perfectamente al viejo, exclamando en su lecho de muerte, todavía : \"¡¡Varo, devuélveme mis legiones!!\"---.---
Por todo ello opino -como la mayoría de los romanos- que mi sobrino Germánico se trabajó a conciencia el derecho a sumar ese nombre, \"Germánico\", a los anteriores.---
En fin, dado el ascendente que mi sobrino estaba tomando sobre las tropas fronterizas, Augusto debió considerar conveniente un cambio radical de cometido, de papel.--- Y así, Germánico fue a parar a Siria; para sustituir como gobernador a Piso (amigo mío), que era el vigente en aquellos días. Al morir Germánico al poco de llegar a Siria, muchos fueron los que sospecharon de Piso. Pero nada pudo probarse.--- Yo personalmente estaba convencido de su, inocencia, cosa que digo aunque fuera mi amigo. Y digo lo de \"aunque\" con mucho retintín, pues a veces no queremos ver el mal en quienes apreciamos. Sin embargo Piso, herido en su honor, e incapaz de demostrar satisfactoriamente su inocencia se suicidó. Y en cuanto a mi sobrino Germánico : aparentemente murió de enfermedad, de alguna de esas raras enfermedades tan propias Oriente.--- Pero pasó también que al mismo tiempo su hijillo Calígula salió diciendo que \"lo había hecho él\", que era él quien había matado a su padre y no la enfermedad.--- He comprobado con el paso del tiempo que si bien nadie dio mucho crédito a aquel mocoso cuando salió alardeando de lo de matar a su padre ... quizás no estaba diciendo más que la verdad.

- Pero...; en fin, Calígula, tenía casi cerrado el paso porque había otros con más derechos a la sucesión, como por ejemplo los nietos de Augusto.¿Por que habría de matar a su padre, entonces?--- Y sin embargo ..., sin embargo ocurrió que a Augusto tanto Cayo como Lucio poco después van y se le mueren. Le quedaba, Póstumo, es cierto, que como su nombre indica había nacido al poco de morir su padre. Pero, a diferencia de sus hermanos mayores, Póstumo no apuntaba buenas maneras. Más bien todo lo contrario.--- Se ve que éste, en lugar de salir al padre, Agripa, salió a la madre, Julia. --- Póstumo era depravado, y además pendenciero. Para quitarlo de en medio se urdió un pequeño complot contra él y se le desterró.--- Augusto lo mandó, lo mandó ... ¡qué gracioso!, a una isla (daría la impresión de que en esta familia nuestra sentimos debilidad por las islas) Y por tanto, como decía, Póstumo fue a dar con sus huesos en una isla. Por llamar de un modo digno a aquella roca perdida que tiene por nombre Planasia. Aún así, andando los años -Augusto ya muerto, claro- hubo que matar a Póstumo, en su propia isla. ¡Después de todo en Roma tenía sus partidarios! --- Agripa, como acabo de decir, para entonces estaba muerto también.--- Así que sólo quedaba yo.---Puesto que las dos hermanas de Cayo, Lucio y Póstumo no contaban. Por ser mujeres, quiero decir.--- Ni Julia, ni Agripina. --- ¿Ni Agripina he dicho? Bueno, con ésta la cosa no está tan clara. Por haber sido la esposa de mi sobrino Germánico, se cree - y los tiene- con derechos. Se daba tantos humos, desde que enviudó sobre todo, que la tuve que mandar, siendo ya emperador ... ¡a una isla también!--- A Pandataria; esto es : ni lejos, ni cerca; pero un infierno de piedra calcinada por el sol y la sal de no más de cien pasos de largo.--- Y como su hijo mayor ya está en edad de fastidiarme ...; pues a otra isla. ¿He dicho isla otra vez? Será porque sobresale del agua..., ¡ja, ja, ja! Porque ... ¿podría alguien en su sano juicio llamar a Ponza \"una isla\"?; ¿ese peñón bajo el sol, donde sólo acuden las gaviotas a cagar? ---.--- No sé, quizá he sido demasiado duro con el chico. Al fin y al cabo es natural que estuviera de parte de su madre y no de la mía--- En cuanto a los restantes...; bueno, estas cosas llevan su tiempo. --- Contando con las chicas son nueve; ¡nueve amenazas! Ahora que ..., las chicas no cuentan, ¿no es verdad? Si bien, si bien ..., está esa Agripina hija (Agripina la Menor como la llamamos) Esa podría llegar a preocuparme. Tiene tanta mala leche como su madre, y a diferencia de ésta es malvada. Obviamente no tiene partidarios ... Pues sólo se trata de una mocosa. Pero, claro, los años pasan y se va haciendo mayor ... Por el momento no sé qué determinación tomar. En fin, el tiempo me irá ofreciendo la solución.
---.--- ¡Buf, es duro, muy duro, ser emperador! Yo no quería ser emperador.--- Yo sólo quise ser el general que era.--- Yo amaba a mi mujer, Vipsania y a mi hijo. Amaba el hecho de cumplir con mi deber y poder volver vivo cada vez para verlos de nuevo. A mi mujer y a mi hijo. --- Una dicha grande, suprema, que vale mucho más que ser emperador.--- Pero de nuevo el deber fue lo primero en mi vida. Como Agripa había muerto y Julia, la hija del emperador, quedaba viuda -y desconsolada- una vez más, yo tuve que divorciarme de mi mujer para casarme con Julia, (viuda de Marcelo, el de las \"espaditas de madera\", viuda de Agripa ...; ¡caray! ¡qué carrera, ¿sería yo el siguiente, pues?). --- --- Pero comprendía perfectamente al pobre Augusto : Si finalmente - para su dolor -. yo iba a tener que ser el emperador ... ¡su hija Julia no podía ser otra cosa que la mujer del emperador! ---.--- \"Pero no me gustas Tiberio, que sepas que no me gustas ...\" \"Y además, lo mismo que tu hermano Druso en su tiempo, sé que eres de gustos republicanos. ¿¡ ---!? ---¡Sí, sí, lo sé, Tiberio, lo sé; nunca nadie ha oido de tí decir nada comprometedor!--- ¿Pero crees que no sé eso que tan cuidadosamente ocultas? --- Tengo a mis informadores. ¿Es que lo has olvidado?---Pero no te apures, en realidad sé que eres un buen hombre; ¡llevamos tanto tiempo juntos, tú y yo!, ¿no es cierto? --- En cuanto a lo de la República ... Mira te lo explicaré una vez más : lo de la República ya no es viable. Se trata de una parte grandiosa de nuestra historia, desde luego. Pero pertenece al pasado; es el pasado, muchacho. Parece mentira que tu madre, que es mucho mayor que tú, lo haya sabido siempre, lo mismo que yo; y en cambio tú no. Ni tu difunto hermano, ciertamente.--- Bien, bien, no te apures, acabarás por entenderlo tú también y entenderme a mí.--- Además ... puedes tener tus propias ideas, ¿quién te lo impide? Esa es nuestra grandeza, que los romanos siempre hemos sido una sociedad de hombres libres.--- ¿Sabes? : es por eso que básicamente he conservado las instituciones republicanas. \"En realidad, a mí lo de ser emperador ...\" Y concluía el viejo zorro : \"Como les digo a los senadores : yo soy tan sólo el primero entre mis iguales; meramente un \"princeps\".---¿O es que acaso tengo un palacio ... rodeado de casuchas de barro, como muchos de vosotros en cambio ?--- ¿Acaso no vivo con Livia en la misma casa de siempre?--- Mientras que entre vosotros ...; ¿ no sois muchos los que vivís en casas deslumbrantes, llenas de lujo, de riquezas? ---.--- Desde luego era un hombre listísimo. A veces me dejaba totalmente convencido.--- Pero su hija, mi nueva esposa, era una puta. Muchos fueron los romanos que la conocieron ... \"de arriba abajo\", si se me permite la expresión. Muchos, amigos de Augusto ellos mismos. Y toda Roma se burlaba de mí --- De Augusto también, pero a escondidas, ¡claro!--- Quizás por eso fuera Augusto el último en enterarse. O es que simplemente no quería enterarse --- Hasta que lo de mis cuernos fue un clamor. Y es que los Julios, hmmm, los Julios siempre fueron muy, muy promiscuos --- Porque César, el tío abuelo de Augusto, tatarabuelo de este chico, Calígula, (al que podéis ver al fondo, a mi espalda)...; ¿pues no decían de él que era \"el marido de todas las mujeres de Roma\"? (sobre todo de las de sus enemigos políticos) ? ---. --- Aquello no era una simple cuestión de cuernos. Aquello amenazaba con convertirse en un peligro para la Roma de Augusto.--- Si Roma quería perdurar en el tiempo, tenía que mantener - más bien recuperar- las virtudes de antaño. (En eso, entre otras cosas yo siempre estuve totalmente de acuerdo con Augusto).--- Y lo cierto es que algunas de esas virtudes descansaban directamente en la mujer romana.--- ¿O es que acaso no descansa la fortuna de Roma en sus Vestales?---¿Acaso si alguna vez se apagara el fuego sagrado de Vesta -por desidia, descuido, o lo que sea- de una sóla sacerdotisa, no es cierto que Roma perecería?. ¡Eso lo saben hasta los niños de teta!---.--- Así que el pobre hombre no tuvo más remedio que castigar a su hija. Muy severamente, como era la propio. En consecuencia la mandó a la isla de Pandataria. La mandó sola y para que viviera sola allí. El destierro recalcaba la prohibición de que ningún hombre se le pudiera acercar -llegado el caso- a menos de 100 metros. ¡Ah, y tampoco se le podía suministrar vino! --- La verdad es que no sé cómo Julia pudo soportarlo ---¡La pobre!--- Bueno, de hecho Julia no habría sobrevivido si Augusto al final no se hubiera compadecido de ella. Le permitió volver a tierra firme. Pero lejos, eso sí, lejos de Roma. Augusto nunca volvió a verla. Ni yo tampoco, dicho sea de paso. --- Tengo que reconocer que ahí sí que tuve suerte. Quedé libre. Y cuando Julia acabó muriéndose por ahí, todavía más---.
--- ¿Pero para qué seguir dándole vueltas al pasado? --- Todos están muertos ya : Augusto, su hermana Octavia y suegra de Druso; Antonia, la mujer de Druso, hija de Octavia y Marco Antonio (En aquella ocasión Octavio/Augusto le dijo a su hermana lo propio : \"Ahora te tienes que casar con Marco Antonio. Entiendo que no te guste. Pero lo harás por Roma, naturalmente. Piensa que es un honor, y así te resultará más fácil\").---.--- Y lo mismo que mi infortunado hermano, Druso, están muertos sus hijos : Germánico, Livila y Claudio. ¿He dicho Claudio?; digo no, Claudio no. El tonto de Claudio sigue vivo. Pero ese no cuenta.--- ¡Joder, cuenta tan poco que lo daba por muerto! Pues ¿acaso un idiota podría ser emperador ? --- Escribe libros ...; o sea, un idiota.--- En cambio Marcelo, el hijo de Octavia (¡pero no con Marco Antonio, sino con otro posterior!) ...; bueno, pues Marcelo - el espaditas, ¿se acuerdan?-, tan listo, tan guapo él...;fue uno de los primeros en desaparecer. Y luego Agripa como ya dije al principio. Y sus hijos habidos con Julia, Cayo, Lucio, Póstumo (las chicas, también lo dije, como si no contaran). Ahora bien, los chicos ... Si al menos uno u otro de los mayores - Cayo o Lucio - no hubieran muerto tan pronto; bueno, entonces la cosa quizás hubiera resultado bien distinta.--- Porque Agripa era un hombre del pueblo. Un tipo sin \"antepasados\" ciertamente. Nadie, ni el mismo Augusto supo nunca de dónde había salido. Simplemente se conocieron en el ejército. Augusto, hecho ya todo un señorito legado de su tío abuelo. Agripa en cambio, un puro peón de las armas. Y fíjate, el caso es que congeniaron desde el primer momento. Desde luego Agripa era la fuerza, el talento, la lealtad, todo junto. Una bestia, dicho en el mejor de los sentidos. Y Augusto, pese a su juventud -tenía entonces 17 años- lo vio claro : \"Este hombre va a ser justo lo que necesito\" --- Lo dicho: fuerza, talento, lealtad ... Y por tanto, andando el tiempo, y merced a los caprichos de Fortuna, también una buena picha para Julia.---¡Uy, perdón, no quise ser grosero!--- Aunque en realidad esto no ha sido un insulto, sino más bien un elogio, uno más para Agripa. ¿Pues no he dicho que era un prodigio de la naturaleza? --- Los hijos se los hizo a Julia a sus cuarentaitantos -estando ya viudo-!--- Incluso de esa manera tan ... ¿cómo decirlo? tan inesperada, acabó también sirviendo a Augusto.--- Julia, viuda joven, desconsolada, - y ya bastante \"despendolada\", según los rumores -; y por el otro lado, Agripa libre ... Evidentemente, los dos hombres llegaron a un acuerdo. Un acuerdo provechoso para ambos. Y Agripa, en realidad, no tuvo que renunciar a nada.---Por mi parte nada que decir. Al contrario, a Agripa no puedo sino estarle inmensamente agradecido. --- Porque Vipsania, la que fue mi mujer, era hija suya - de su difunta primera esposa, ¡no de Julia, naturalmente! --- Y Vipsania ha sido la única mujer a la que he amado, además de la madre de mi hijo, Cástor.--- Si hubiera tenido algo de sangre patricia, Agripa podría haber sido, él mismo, perfecto.--- Pero \"no tenía pedigrí\"; así que ...--- Bueno, el caso es que aquí la cosa se arregló por sí sola. Agripa se murió un día, de repente. \"¡Por todos los dioses, como es posible que Agripa, un Hércules redivivo ...!\" ---.--- Augusto, después de aquello la verdad es que ya no fue el mismo.--- Bueno, a mí me ha pasado lo mismo con mi propio hijo, Cástor. Quiero decir, una vez que él murió ... Con lo cual, se me fue lo único que me quedaba de Vipsania, aparte de los nietos.--- Pero lo peor fue enterarse de cómo murió : envenenado poco a poco por esa zorra de Livila, la hermana de Germánico y del \"tonto\"; ¿recuerdan?. ¡Por Livila, la hija de mi querido hermano Druso! ¡Mi propia sobrina!---¿Acaso cabe más ignominia?---.--- ¡La zorra de ella ..., envenenando a su marido, mi hijo y primo suyo, hasta producirle la muerte.--- Y recalco lo de \"zorra\" no ya por envenenadora, sino porque el caso es que estaba liada con mi mano derecha, Sejano. Lo planearon conjuntamente --- ¡Casi no podía creerlo cuando me enteré : Sejano, mi Prefecto del Pretorio; Sejano, mis oidos, mi mano ejecutante, en quien yo he confiado ciegamente durante todos estos años...! Pero por lo visto, todo eso no era suficiente para él. ¡Otro que también quería ser emperador! ---.--- Así que cuando murió mi hijo, -sin saber yo en aquellos días todavía cómo- ...;en fin, que hice bien en no darles permiso a esos dos para casarse.¡A estas horas haría tiempo que yo también estaría entre los muertos!
---.--- Hace unos años murió Antonia también. Antonia, la madre de Germánico, del tonto y de la zorra de Livila. Está mal que yo insista en mi odio hacia Livila, siendo su madre Antonia; pero es que la hija no salió a su madre en absoluto. Antonia me apreciaba de verdad. Y por supuesto yo a ella también.--- El caso es que cuando se enteró de cómo había ocurrido la muerte de mi hijo, fue ella misma quien me hizo llegar la noticia hasta aquí. A través de su hijo tonto, Claudio. Claudio, tonto, ya; pero cuanto más voy pensando en él ... menos tonto lo veo.--- El caso es que éste se presentó, él solito, aquí, en mi refugio, para darme una carta donde Antonia me explicaba lo que había estado pasando a mis espaldas. ¡Le echó pelotas, ese Claudio!--- Porque todavía solemos matar a los portadores de malas noticias.--- Pero no, yo lo dejé ir, a que siguiera por ahí, pasando desapercibido en las bibliotecas. ---.--- La muerte de Antonia me conmovió sobremanera. Opino que ha sido la última romana de verdad.--- Como castigo, a su hija Livila por haber matado a su marido, la hizo morir de hambre. Ella misma se cuidó de vigilar la habitación donde la hizo encerrar hasta que murio de hambre.--- Luego Antonia fue y se hizo cortar la venas. No quiso vivir teniendo que soportar tanto deshonor, tanta vergüenza. En cualquier caso aquella no era la Roma que ella (y yo) habíamos conocido. Logicamente, para ella seguir viviendo no hubiera tenido sentido.

---.--- Y mi madre ...; ¡mi madre todavía sigue viva! Y así, yo sigo siendo SU emperador, su obra -o eso ha creido casi hasta el final. Pero ya por poco; me dicen los correos que está agonizando. ---
---¡Vaya!¡qué historia! ¡eh? O más bien, ¡qué pesadilla!--- ¿ Por qué no paro de darle vueltas? ¿Si ya nada tiene remedio? Bueno en cierta manera es comprensible; son cosas propias de viejos.--- En fin, yo he cumplido el papel asignado como el mejor soldado.
- Y Roma -lo mismo que Augusto - no me lo ha agradecido.---- La plebe solía gritar : \"¡Tiberio, borracho! (¡Tiberius, biberius!)\"
- Y cuando se enfadaba mucho : \"¡Tiberio al Tíber, Tiberio al Tíber!\" A la plebe le gusta gritar. Es uno de sus muchos privilegios. Gritar y que no les pase nada. ---Yo también he gritado mucho en mi vida. --- Pero es diferente; he gritado mucho, para dar órdenes. Lo del pueblo es, es ... otra cosa. Es simplemente \"berrear\".---
Bien pues, \"Tiberio al Tíber ...\" Vale; ¿ y qué habriáis hecho una vez me hubieráis ahogado en el río. Sin mí, quiero decir. ¡Pobres!---.--- Estoy ya cercano a los 70. Pronto moriré. A mi madre no le quedan sino unas horas, días a lo sumo. ¡Así que ella no me sucederá a mí! ¡NO SERÁ VUESTRA EMPERATRIZ, ROMANOS!... ¡PARA VUESTRA SUERTE!
--- Pero tengo conmigo a mi sucesor.--- Mi sobrino nieto Calígula. El niño bonito de Germánico, hijo preferido a su vez de mi difunto hermano Druso --- A éste, a diferencia de su madre, Agripina, y de sus hermanas no lo he mandado solo a ninguna isla. ¡A este no lo dejaría solo por nada del mundo! Por eso está en mi isla, conmigo. Es ese que está ahí detrás, a mi espalda,¿lo ven? Estará arrancándole las alas a una mosca (uno de sus pasatiempos inocentes -pues tiene otros ..., en fin, propios de jóvenes- ¡Pero, no me miren así, por favor!; al fin y al cabo todos hemos sido jóvenes alguna vez, ¿no? ---.--- Calígula es un joven simpático, lleno de vida diría yo. --- Será mi regalo de despedida. --- Ya digo, un regalo. Porque, ¿podría regalaros, romanos, algo mejor que a un hijo, sobrino y nieto de héroes? --- Y además sé que lo adoráis. Lo comprendo; ya he dicho que es un joven \"simpático\".--- He hecho matar ...; o mejor dicho, hemos ido haciendo matar, entre Calígula, mi \"querido\" Sejano y yo a sus otros hermanos. --- En realidad nada personal -al menos por mi parte-; sólo para que no haya disputas. ---Sus hermanas no cuentan; por tanto no ha hecho falta matarlas en estos años. --- ¡Además, me consta que Calígula está \"muy encariñado con ellas\"! --- Sobre todo con Drusila, su preferida. También Agripina le tira --- Ésta incluso \"haría cualquier cosa por complacer a su hermano\", según sus propias palabras. Pero, puestos a elegir, Calígula se quedará siempre con Drusila. Su hermana Agripina no tendrá pues más remedio que buscarse la vida. Casarse con un hombre -no con un dios - y todo eso. (De hecho después de muerto me enteré de que tuvo un hijo con un Domicio. ¡Qué felicidad, un hijo! Se llama Lucio. Aunque a él -que es muy humilde- le gusta que todo el mundo le llame simplemente Nerón.---Pero no adelantemos acontecimientos. Lo que ha de ser será. A su tiempo.
---.--- En lo que a mí personalmente concierne, estoy convencido de que -una vez más - estoy haciendo lo más justo. --- Amamanto con esmero una verdadera serpiente para Roma. En estas soledades ... --- Para que no reciba malas influencias -quiero decir, demasiadas malas influencias-, en la Urbe ---Un chico \"simpático\", mi Calígula. Ocurrente, gracioso, ya lo he dicho.--- Y os cae bien; como acabo de decir --- ¡Lo sé de buena tinta! Vivo en una isla a espaldas vuestra; pero estoy perfectamente informado. No olvidéis que soy vuestro emperador; y un emperador lo sabe todo. Todo de todos. O quizá no, no sé. ¡Cuanto más viejo, en realidad menos sé!--- En fin, Calígula, un auténtico cabrón, sí.--- Pero simpático, ya digo, popular. --- ¿No es eso al final lo que cuenta en un jefe para ser amado? --- No te oigo bien, pueblo de Roma, ¡grita más alto!--- Por cierto estoy esperando la noche en que Calígula mande matarme (la serpiente está ya casi lista). Él personalmente no se atreverá porque es un cobarde. Pero para eso está Macrón, él hará el trabajo. Macrón, mi fiel jefe de la guardia, mi Prefecto del Pretorio. Como lo fue Sejano. --- Quiero decir, también igual de fiel ... a sí mismo.--- Macrón, un hombre ambicioso -¡profesionalmente hablando, claro!--- O sea, que si yo tuviera una hija, él acabaría divorciándose de su mujer para pedirme la hija en matrimonio --- Algo que, después de todo resulta \"razonable\" : Calígula se ha estado tirando a su mujer en Roma durante un tiempo. Y Macrón ha aguantado bien los cuernos. El premio fue finalmente sustituir a Sejano (incluso arrestarlo él, -Macrón-, personalmente)cuando su conspiración (la de Sejano) contra mí quedó al descubierto. Ya se sabe, \"quien algo quiere, algo le cuesta\" --- Naturalmente Calígula me lo había recomendado. --- --- En fin, creo que ESTOY EN MALAS MANOS.--- En mi propia isla. De la que no puedo escapar. Cosa que tampoco deseo, por otra parte. ---Estoy harto de ser emperador.
JLP Madrid 2012

Información del artista

Llevo impresa la luz fría de una mañana de marzo en la alta tierra castellana. He aquí una manera adecuada para un artista de decir que nací en un pueblo soriano, hace ya, ¡ uy, bastantes años !


Sin embargo, es poco lo que permanecí allí y los avatares de la vida me han depositado en Madrid, de donde también soy y ya para siempre.


No tengo formación especial, o mejor dicho, académicamente seguida. Unas temporadas con un pintor madrileño, un paso por la Escuela de dibujo ...

Ver más información de juan luis pastor fernández

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