La obra de Aurea se mueve entre un realismo con toques impresionistas y una abstracción a base de figuras geométricas que se componen a través de la combinación de colores. Como motivo que se repite en su obra tenemos bodegones plasmados desde una óptica más tradicional o de vanguardía junto con estructuras arquitectónicas con una visión futurista de la realidad que le rodea.