Nací en Barcelona hace unos cuantos añitos ya. Nunca se me dio bien dibujar y nunca formó parte de mí. Una noche de tormenta, hace ahora unos tres años, estaba tan aterrada por culpa de mis fobias que cogí un lápiz y un papel para olvidar aquel monstruo que acechaba fuera. Cogí un libro cualquiera y poco a poco un dibujo fue asomando. Así se repitió una noche tras otra, siempre que había tormenta. Pasados un par de años mi especialista me recomienda apuntarme a algún curso en el que hacer...