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Este cuadro captura la serenidad de un paisaje junto al mar, donde el agua turquesa y la tranquila orilla invitan a la reflexión. La presencia del árbol, con su sombra alargada, aporta un toque de calma y conexión con la naturaleza. Los colores suaves y las pinceladas expresivas crean una atmósfera relajante, perfecta para aquellos que buscan una obra que evoca paz, belleza natural y una sensación de escape hacia la tranquilidad del mar.
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