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Esta pintura es una reflexión en estilo nuevo impresionismo, como una metáfora de la existencia.
Planteo una confrontación temática entre flujo y resistencia a través de los elementos formales en la composición, en un movimiento vertiginoso de caída incesante. Representa una alegoría de la existencia humana compuesta por un choque de antagónicos: lo incierto que nos depara el futuro devenir contra el deseo de control. Como describe el texto existencialista de Franz Kafka “La metamorfosis”, la idea absurda de luchar contra lo inevitable
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