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Esta obra representa una imagen y abstracta de la Virgen María, símbolo universal de pureza, amor y esperanza. Con una técnica de pinceladas gruesas y texturizadas , fusiono el arte sacro con un estilo contemporáneo, utilizando una paleta vibrante de azules, naranjas y dorados que evocan serenidad y divinidad. La virgen , con el rostro sereno y las manos unidas en oración, emana una profunda sensación de paz espiritual. El fondo geométrico y luminoso simboliza la union entre lo celestial y lo terrenal, invitando al espectador a contemplar la fe desde una perspectiva renovada y moderna.
Desde las cálidas calles de Barranquilla, donde el color y la vida laten con fuerza caribeña, nace la obra German Florez, un pintor autodidacta que transforma emociones en imágenes y silencios en color.
Pinto desde los 10 años no porque alguien me enseñó, sino porque me habló primero a mí. El lienzo es confesión y refugio. Mi herramienta, el acrílico; mi impulso, el sentir. Cada trazo es una emoción desnuda, cada obra, una historia que no necesita palabras.
German no pinta para decorar paredes, sino para tocar corazones
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