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técnica: Puntillismo con acrílico sobre madera fibro fácil
Medidas: 40 cm de diametro.
Esta obra combina la precisión del puntillismo con un fuerte simbolismo espiritual y cósmico. Realizada con pintura acrílica sobre soporte de madera fibro fácil, la pieza presenta un diseño circular en el que se entrelazan dos fuerzas universales: el sol y la luna.
La composición se divide en dos mitades complementarias: por un lado, un sol dorado que irradia energía y expansión, con formas mandálicas que evocan la abundancia y el despertar interior; por el otro, una luna trabajada en blanco sobre negro, con motivos delicados que transmiten calma, introspección y el misterio de lo femenino. La técnica del puntillismo, aplicada con paciencia y precisión, genera un efecto hipnótico y vibrante, en el que cada punto parece cobrar vida y movimiento.
El contraste cromático entre el dorado brillante y el blanco puro, enmarcados en la profundidad del negro, intensifica la sensación de dualidad y equilibrio. Esta obra no solo es una pieza decorativa de gran impacto visual, sino también un objeto de contemplación y conexión simbólica, ideal para quienes buscan armonizar sus espacios con energía espiritual y equilibrio estético.
Se trata de una pieza única que une arte, geometría sagrada y simbolismo universal, invitando al espectador a meditar sobre la complementariedad de la luz y la oscuridad, lo masculino y lo femenino, lo visible y lo oculto.
Valeria Giselle Molina, nacida en el 1993, Buenos Aires, Argentina, 32 años. Obras de oléo, acuarela, tecnicas mixtas, acrilicos. Autodidacta.
Estudió en "Centro Cultural Goya"
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