La imaginación, el único superpoder que los seres humanos tienen a su disposición. No pueden volar, pero pueden imaginar que vuelan. Y si lo hacen bien, si lo imaginan con todas sus fuerzas, tal vez incluso despeguen sus pies del suelo. Es el poder de la imaginación, un recurso del que se habla mucho —demasiado— y se aplica poco. Porque imaginar da miedo, presentir mundos alternativos al nuestro amplía la perspectiva hasta límites a menudo amenazantes. Es más cómodo y seguro no imaginar nada, quedarse quieto y conformarse con respirar. Artistas como Stefano Mazzolini no se ha conformado: Mazzolini lo imagina (casi) todo en su inabarcable obra.

CAT, Stefano Mazzolini

En su serie Color Skin, el artista nacido en Parma en 1968 aplica grandes masas de color sobre lienzo que, en ocasiones, acusan una sensación de estruendosa pesadez como sucede en REALE mientras que en otros lienzos modera la paleta incluyendo recuerdos figurativos como vemos en CAT.

REALE, Stefano Mazzolini

Mucho más sugestiva es su serie Shape caracterizada por una investigación sobre el trampantojo de las formas en las superficies bidimensionales. Mazzolini lleva hasta sus últimas consecuencias las reflexiones del cubismo para generar una serie de cuadros que ya no son cuadros, que se abren dejando al descubierto las extrañas. No solo se generan interesantes diálogos entre materiales, sino que también se amplían las derivaciones expresivas.

NFFSA, Stefano Mazzolini

¡Qué podemos decir de una obra como NFFSA! El cuadro le saca la lengua al espectador —o tal vez otra cosa— que sin duda sonríe ante la ocurrencia de Mazzolini. Pero más allá de la anécdota, una obra como esta demuestra la creatividad y el inconformismo del artista italiano que no está dispuesto a quedarse en la superficie de la pintura, a repetir gastados patrones: y si los repite trata, al menos, de ofrecer una reflexión personal sobre el uso de un recurso clásico.

TTCM, Stefano Mazzolini

También dentro de la serie Shape podemos disfrutar de un motivo reincidente en la obra de Mazzolini: la silueta. Lo vemos en TTCSM en la que el artista combina los estallidos cromáticos de la serie Color Skin con la apertura del lienzo de la serie Shape. A su vez, Stefano aplica materiales textiles para rellenar la silueta creando un efecto muy expresivo. Esta serie de siluetas están muy presenten en la obra del pintor parmesano, incluyendo alguno de sus numerosos dibujos. Y hablando de dibujos no queremos perder la oportunidad de destacar f2, una de esas piezas que también disparan la imaginación del espectador demostrando así mismo que Mazzolini es un excelente dibujante.

SC7, Stefano Mazzolini

Pero la creatividad del artista italiano es tan desbordante que es capaz de ofrecer al espectador mundos diferentes, como si surgiesen de mentes divergentes. En el mercado del arte puede ser poco práctico no ceñirse a una única estética, pero Stefano no parece un individuo demasiado preocupado por la practicidad de su obra. En su serie Fusions, el pintor italiano combina la pulsión surrealista con la desintegración del sujeto de pintores como Francis Bacon ofreciendo al espectador cuerpos humanos descoyuntados como si hubieran pasado por una infernal coctelera.

F24, Stefano Mazzolini

Son cuadros que obligan al espectador a caminar al borde de un precipicio, que exigen un notable esfuerzo por no apartar la mirada ante un espectáculo deliciosamente diabólico. Esta faceta amenazante de la obra de Mazzolini también tiene repercusión en algunos de sus extraordinarios dibujos.

Mazzolini es sinónimo de imaginación desbordada, ya lo hemos comprobado, y en su atelier tampoco podía faltar una serie plenamente surrealista. Cuadros como AP1, ANDEM o a117 exhiben una vertiente más controlada y menos personal del artista, entroncando con la obra de los tótems de la vanguardia surrealista.

ANDEM, Stefano Mazzolini

Creo firmemente que el poder del arte sobre el artista es tan gratificante como lo es la salvación para una persona condenada”. Pintar para salvarse, imaginar para no morir: sin duda, Stefano Mazzolini es un artista que ha reflexionado profundamente sobre el hecho artístico y que ha decidido deliberadamente no poner trabas a su imaginación. Y lo ha hecho a costa de entregar una ingente cantidad de obra de estética muy diversa que abarca, incluso, escultura y poesía.

Te invitamos a visitar la galería de Stefano Mazzolini en Artelista.