Tal vez sea la acuarela la técnica pictórica que más se acerca a los sueños. Porque no soñamos con líneas firmes ni formas robustas, sino con difuminados, atmósferas y presagios. Los sueños son intuiciones, como las acuarelas, en las que las que las manchas de color son luminarias del sentido. Así es la pintura de Àngels Estella Pont, una luz sutil y frágil, pero suficiente para encontrar el camino de los sueños. 

Al encuentro de la luz 

Buena parte de la producción actual de Àngels Estella Pont son esas acuarelas que sugieren lugares vividos que luego retornan al recuerdo como atmósferas soñadas. Como dijo un pintor, la acuarela es una técnica exigente porque pone en tensión al artista, pero esa tensión facilita la expresión del instante, no solo de lo que aprecian sus ojos en un momento dado, sino de lo que sienten: esta vinculación de sentido y sensibilidad es lo que enamora de la acuarela

Payne, Àngels Estella Pont.

Ya lo dice Àngels Estella Pont, obras como Payne aportan la “autenticidad y la valentía de la improvisación”. No es preciso una explosión de vivos colores para transportar al espectador a un lugar concreto, para envolverlo en una atmósfera particular. Grises y amarillos en una obra en la que parecen fundirse el pasado y el presente, la sombra y la luz

We are talking también posee ese enigmático hechizo de la sugerencia: líneas que se difuminan evocando edificios y manchas que reviven reflejos dorados y malvas. Como una buena conversación que se rememora acentuando sus frases más incisivas, la acuarela palpita los detalles más significativos de un recuerdo

We are talking, Àngels Estella Pont.

Y para recuerdos, los viajes. Como en LLançà, Costa Brava o Puerta de Sevilla, Àngels Estella Pont rememora sus viajes, sus descubrimientos de luz y color, ya sea a un paso de casa o en la otra punta. Porque hay algo de inocencia casi infantil en los viajes que son como un elixir de eterna juventud: la mejor forma de soñar despierto y de espantar el fantasma de la rutina, que es la antesala de la derrota.  

Pero también hay vida más allá de la acuarela para Àngels. En Market One se aprecia la misma pulsión creativa que en sus acuarelas, manteniendo el gusto por los formatos pequeños, pero usando el óleo sobre lienzo. Manchas de color que hacen vibrar una animada mañana de mercado: los edificios y los tenderetes envueltos en un aura ensoñadora, en una atmósfera íntima y casi onírica, a un paso de la abstracción. Abstracción que es conquistada en Pink: un armónico mar rosa, blanco y dorado que es como un paseo en barca a través de sueños reconfortantes. 

Pink, Àngels Estella Pont.

Abstracción cálida sobre madera 

Al margen de su trabajo como acuarelista que la ha llevado a ser seleccionada en diversos premios, Àngels Estella Pont experimenta con otras fórmulas en series que combinan la escultura con el color como en Forever Color o Forever Natural. No es casualidad que esta artista acuda a la madera como base para estas experimentaciones. Este material siempre despierta emociones cálidas, no solo a través de la mirada, sino del tacto que recorre sus vetas, surcos y huecos.  

Forever color, Àngels Estella Pont.

Àngels reaprovecha materiales usados para insuflarles nueva vida, nuevas sugerencias. Son pequeñas piezas delicadas, pero sin pulir, sin edulcorar: tan solo el color puro que acompaña pequeños bloques de madera que se superponen a piezas generalmente verticales. 

No cuesta imaginar a Àngels Estella Pont en su taller, rodeada de piezas como Forever Blue imaginando sus posibilidades estéticas a través del ritmo de esas líneas de la madera que generan formas caprichosas, siempre insinuantes. Y en un momento dado, añadir un tono que suscita un contraste singular entre la calidez de la madera y la textura del color. Así es la obra de Àngels Estella Pont, un paseo por la imaginación del color que alumbra sueños íntimos, ya sea a través de la sugerencia de la acuarela o de la textura de la madera.