Madrid. 13 de julio de 2018. Escenario The Loop en Mad Cool Festival. La actuación de Massive Attack se retrasa… y se retrasa. Todo el mundo mira a todo el mundo temiéndose lo peor. Los fans más acérrimos de la banda británica ya están sobre aviso: son capaces de cancelar conciertos por los detalles técnicos más nimios. Entonces, alguien de las primeras filas lanza un grito que relaja la tensión del ambiente: “Salen ahora que están terminando el grafiti”. Y es que, desde hace años, la figura de Banksy siempre ha estado asociada a Massive Attack, más concretamente a su cerebro musical Robert del Naja.
¿Robert del Naja es Banksy? Hace unos años, diversas publicaciones británicas elaboraban algunos informes que trazaban la estrecha relación entre el grafitero más famoso de la historia y el famoso grupo bristoliano. Para empezar, su lugar de origen. Banksy empezó con sus obras callejeras en Brístol, la ciudad portuaria del suroeste de Inglaterra. Allí se gestó a finales de los 80 una revolución musical comandada por grupos como Portishead o los propios Massive Attack que, combinando la electrónica con el hip hop, el funk y el rock derivaría en una etiqueta conocida como trip hop que pronto se quedó pequeña.
Paralelamente, Brístol se va configurando como un foco vanguardista en diversas manifestaciones artísticas hasta rivalizar incluso con Londres. Es en este contexto donde comienza a trabajar Banksy, cuyos primeros trabajos datan de principios de los 90… fecha en las que Massive Attack comienza a liderar la escena electrónica británica.
Fue el periodista Craig Williams el que elaboró el informe más completo en el que relacionaba la figura de Banksy con Robert del Naja basándose en una teoría bastante plausible: las coincidencias de las giras de Massive Attack con la aparición de varios grafitis de Banksy a lo largo del mundo.
Pero fue en 2017 cuando la identidad de Banksy se expuso abiertamente… por culpa de un desliz ¿intencionado? de Goldie, amigo íntimo de Robert del Naja. En una entrevista llegaba el turno de hablar del grafitero y Goldie se explayó a gusto: “escríbeme algo en una camiseta, pon ‘Banksy’ y listo… Lo podemos vender ahora mismo. Con todo el respeto a Robert, creo que es un artista brillante. Creo que ha revolucionado el mundo del arte”. Cuentan que después de pronunciar el nombre de “Robert”, Goldie permaneció unos segundos callado, como si estuviera haciendo inventario mental de las consecuencias de su metedura de pata. ¿O fue todo una broma orquestada entre amigos?
Banksy somos todos
Porque si hay alguien que ha reforzado la teoría de que Banksy es Robert del Naja es el propio músico que siempre se ha dejado querer. “Banksy es un amigo y la verdad es que ha asistido a muchos de nuestros shows, así que creo que todo ha sido una cuestión de logística y coincidencia, pero sólo eso”. Con ironía remataba las respuestas sobre la verdadera identidad del grafitero: “Banksy somos todos”.
Y en cierta manera Robert lleva razón. Una de las muchas innovaciones que ha aplicado Banksy al arte del siglo XXI es, precisamente, en relación a la autoría. Son varios los analistas que consideran que Banksy es un colectivo artístico que trabaja de forma anónima bajo ese nombre. El culto a la personalidad tradicional en la historiografía artística es otro de los elementos que Banksy trata de reventar.
Al fin y al cabo, ¿realmente importa quién es Banksy? ¿O importa el mensaje y la trascendencia de sus obras? Pues eso: Banksy somos todos.
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