© Todos los derechos reservados
El cuadro representa una vista tranquila de la costa de Arinaga, un rincón costero del sureste de Gran Canaria. En el primer plano se aprecian las rocas oscuras del litoral que se adentran suavemente en el mar sereno, reflejando los tonos azulados y grises del cielo. A lo lejos, sobre un promontorio, se distinguen las edificaciones del pueblo, pintadas con pinceladas sueltas de colores cálidos —ocres, rojos y amarillos— que contrastan con la atmósfera fría y neblinosa del horizonte.
La escena transmite calma y recogimiento, capturando la esencia sencilla y natural de este lugar costero, donde el mar, la roca y la luz se funden en una armonía silenciosa.
Mi trabajo se mueve entre la abstracción y la expresión, buscando transmitir sensaciones más que representar realidades. Cada trazo, cada textura y cada contraste de color nace de la necesidad de explorar lo invisible: aquello que sentimos, pero no siempre podemos nombrar.
Ver más información de Antonio Doreste Miranda
Obras a la venta de Antonio Doreste Miranda
No encuentras lo que buscas. En artelista te inspiramos
Últimas obras vistas