LocalizaciónEspaña

Timoteo at bar III - El viaje a Egipto- cap -1-

Ampliar

Información de la obra original

© Todos los derechos reservados

Descripción de la obra

Tras un tiempo de ausencia Timoteo ha vuelto a la barra del Gran Café.
Me preguntaba qué había sido de él durante este tiempo. Jutta, la camarera, sinceramente sorprendida; cuando se ha percatado de su presencia, se ha acercado y le ha soltado : - ¡Hombre, Timoteo! ...; creíamos que nos habías dejado por otra ... cafetería, ¡ ji-ji-ji ! Oye, ¡¿ no habrás estado malito, eh ?!
-Bueno, según se mire ...
- ¿Según qué ? ... ¿Cómo que \"según se mire\"?; los españoles, ¡ es que sois ! En mi país, para nosotros los alemanes, las cosas son \"Ja\" o \"Nein\", pero es que vosotr...Y aquí Jutta se interrumpe. Es la mirada de Teo. La mirada de Teo, que esta vez tiene algo diferente; un no sé qué difícil de explicar. Se diría que es como si irradiara dominio, autoridad.
Ante aquel gesto inesperado la chica queda desconcertada. Y coge y, tratando de ocultar su contrariedad - sí, por qué no decirlo, su contrariedad -, la chica, sin mediar palabra, se va al otro extremo de la barra. No se le ha ocurrido mejor respuesta. Allí simula entonces frotar con frenesí mientras se lía a pensar para ver si encuentra una salida satisfactoria, airosa para ella. Vamos, que la deje en buen lugar.
Un minuto más tarde, Teo, sin dirigirse a nadie en especial, como si hablara consigo mismo, musita : - He estado de viaje. En Egipto. Y levantando un poco más la voz : - he estado en Egipto.
- ¡Anda, qué bien, suena Jutta desde el fondo. Entonces se gira hacia él y continua : - ¿ Y te gustó ?. Yo hice con Jupp un tour en motocicleta. ¡ Jo, qué locura ! Sabes, la moto aquella aguantaba todo; ¡ qué cacharro más genial ! En esto Jutta se da cuenta del índice levantado de Teo y se vuelve a callar.
- Pues sí, resulta que va y me toca un viaje a Egipto, dice Teo. Y sigue : - Un premio. Iba en el envoltorio de una pastilla de Starflux; de esas de caldo concentrado. Un premio de los de rascar con la monedita. \"¡ Leche, qué potra la mía !\", pensé, concluye Teo con un aspaviento; como si aún le durara aquella sorpresa.
- ¡ Mein Gott, pero, ¿todavía llevan premio esas cosas ?, dice Jutta desde el fregadero.
- Como lo oyes.
- Aaaah, entonces, te gustaría aún más tu ...
- Bueno, ... tuve una \"historia\", responde Teo, sin esperar a que la otra termine.
- ¡¿Una historia, y además tuviste una historia?! Y aquí la chica comienza a sentirse de veras interesada por lo que está oyendo.
- El caso es que iba para una semana y me vine al tercer día.
- Ya decía yo que tú ...
Y Teo, Interrumpiéndola una vez más, se lanza a contar su historia :

- Verás, una mañana tocaba visitar una pirámide. Para mí no había nada de interés que ver; quiero decir, dentro de una pirámide. Como sabes ... (aquí hace un énfasis un poco irónico, o burlón tal vez, deteniéndose un instante), como sabes todas las pirámides están vacías. Vacías, y profanadas. Desde hace siglos. ¿Entonces, para qué iba yo a querer meterme dentro de una de ellas ?
Pero como había una chica catalana en el grupo, -prosiguió- ; Rosé, se llamaba Rosé, que me ponía ojitos desde el primer día ... (pausa y trago). Bueno, pues como ella sí iba en aquella excursión ... pues yo me apunté también.
Oye, eso de entrar en una pirámide es toda una impresión, mira tú. No es que haya nada dentro, como ya he dicho. Allí no encuentras pinturas, ni sarcófafos, ni gatos momificados ..., ¡nada! Así que será por la súbita estrechez. Allí entras y sigues unos pasillos, bueno, para ser más precisos, digamos que pasadizos, por los que hay que andar en fila india. ¡ Qué digo \"andar\", a ratos agachados o incluso a gatas ! ¡Fíjate! ¡Imagínate!, la Rosé de rodillas delante mío, avanzando de rodillas y yo ... - Aquí a Jutta se le escapa un conato de carcajada. Pero de inmediato la sofoca tapándose la boca con la mano -.
Teo, que ha parado un momento ante la reacción (natural) de la muchacha, hace un gesto como de comprensión y al cabo retoma el hilo.
- Bueno, el caso es que al cabo de unos minutos de estar ahí dentro yo noto que empiezo a sentirme molesto, como oprimido. O sea, como una opresión en el pecho que no me dejaba respirar. Tenía la creciente sensación de percibir el peso de aquella masa inmensa de piedra gravitando sobre mi cabeza. Digo \"gravitando\" porque, aquello era como, como si algo me dijera que aquella mole suspendida unos palmos por encima de mí, se podía venir abajo. En cualquier momento. \"¡ Me aplastaría como a una cucaracha !\" - pensé El caso es que ví que cada vez respiraba con más dificultad. ¡ Menos mal que el recorrido no fue muy largo !; ¡ qué alivio cuando salí fuera ! Pero, joder, a continuación veo - nada más salir fuera, ya digo -, que me había dejado la gorra dentro. La gente, quiero decir, los demás, ya iban descendiendo y yo dudé un momento. Pero el caso es que, de golpe, me giré y volví a penetrar en la oquedad. Entonces el guía, uno al que llamaban \"Yaya\", ¡oye, que, como si lo estuviera esperando, coge y cierra la portezuela tras de mi! ¡ Blam !, ¡ de un golpe ! ¡ Y va el capullo de él y le mete el candado a continuación. Yo, mira, me pilló aquello tan por sorpresa que cuando reacciono y mis ojos se han acostumbrado a la oscuridad - cuestión de un minuto o así-, me tiro hacia la puerta. ¡Para abrirla! Pero ya era tarde. Y aunque entonces empecé a golpear la portezuela metálica, y a gritar como un loco, nadie parece que me oyó. Sería, me dije, porque abajo, muy cerca de la pirámide el programa del día incluía una representación, algo de tipo operístico; Aida o algo de eso, ya sabes. La fanfarria de los instrumentos debía ahogar mis esfuerzos por hacerme oir. Hasta yo podía oir lo que estaban montando abajo.
Total, que al final desistí, siquiera para descansar un rato, porque había quedado exhausto.

Vista la situación quise concentrarme en mantener la calma. Pero al cabo de un rato empecé a asustarme. Y según pasaba el tiempo cada vez más y más. Sobre todo porque aquella sensación de opresión seguía creciendo y creciendo ... Llegó un momento en que vi que no podía seguir respirando. Entonces me eché a llorar. Sí a llorar. Estuve llorando un rato. Pensaba que iba a morir allí. ¡Como una rata ! ; no, peor : ¡ como la tripulación de uno de esos submarinos que se van al fondo, y la gente allá abajo va consumiendo el aire poco a poco ...
En fin lloré tanto que cuando terminé, y dejé de hipar, o sea, al cabo de un buen rato, me había quedado dormido. Sí, me quedé profundamente dormido, como si de pronto estuviera durmiendo en el fondo de una sima marina.
Entonces tuve un sueño ...

Información del artista

Llevo impresa la luz fría de una mañana de marzo en la alta tierra castellana. He aquí una manera adecuada para un artista de decir que nací en un pueblo soriano, hace ya, ¡ uy, bastantes años !


Sin embargo, es poco lo que permanecí allí y los avatares de la vida me han depositado en Madrid, de donde también soy y ya para siempre.


No tengo formación especial, o mejor dicho, académicamente seguida. Unas temporadas con un pintor madrileño, un paso por la Escuela de dibujo ...

Ver más información de juan luis pastor fernández

Contacta con el artista
  • FlechaCríticas (9)
Recomendaciones de Artelista
¿Deseas ver el precio en otra moneda?

¿Qué medidas de seguridad toma Artelista?

  • Perfiles de artistas verificados Artista verificado
  • Artelista recoge la obra en el taller del artista tras validar que todo está correcto y la lleva directamente a tu casa. Aseguramos la obra durante el envío con Allianz Seguros™
  • Una plataforma segura: El artista no recibe el dinero hasta que nos confirmas que todo está bien
  • Si al recibir el cuadro no te convence, pasamos a recogerlo gratis y te devolvemos el dinero
  • Obras con certificado de autenticidad
  • Atención telefónica

¿Cómo pago?

  • Los pagos se realizan por internet, a través del sistema seguro de Artelista. Haz clic en el botón "Añadir a la cesta" y selecciona la forma de pago que prefieras: Tarjeta de crédito/débito, PayPal o transferencia bancaria.
  • Gastos de envío cubiertos por Artelista
¡Mira todo lo que te ofrecemos!

No encuentras lo que buscas. En artelista te inspiramos

Contacta con el artista

Rellena el siguiente formulario para contactar con Artelista.

Es necesario validar que no eres un robot.

Hacer oferta por esta obra

Rellena el siguiente formulario para enviar tu propuesta al artista

$

Es necesario validar que no eres un robot.

Al enviar esta oferta significa que aceptas las Condiciones legales de Artelista
Métodos de pago
Devolución fácil y gratis

Devolución fácil y gratis


En el caso de que al recibir tu pedido cambies de opinión o simplemente no te convenza, dispones de un plazo de 14 días naturales sin coste de devolución para ti, a contar desde el día siguiente a la recepción del pedido, para cambiarlo o devolverlo.


Para hacer tu cambio o devolución sólo tienes que seguir estos pasos:

  • - Envíanos un email a customerservice@artelista.com y nuestro servicio de Atención al Cliente contactará contigo de 10 a 14h y de 16 a 18h (hora de España peninsular) de lunes a jueves y los viernes de 10 a 14h. Ten siempre a mano el número de pedido sobre el que quieres realizar tu consulta, será más fácil y rápido.
  • - La empresa transportista recogerá tú pedido en el lugar que nos indiques y cuando recibamos la obra te devolveremos el importe integro de tu compra.

Disfruta ahora de todo el arte en Artelista

Envío y devolución gratis

Envío gratis, rápido y seguro


En Artelista tienes a tu disposición obras de arte de artistas de todo el mundo, hasta 170 países diferentes, y no queremos que los gastos de envío te supongan un problema a la hora de disfrutar del mejor arte. El precio indicado en la obra es el precio final a pagar al final del proceso de compra, sin sorpresas. Además, para mayor tranquilidad, aseguramos las obras durante el envío con Allianz Seguros, por lo que en caso que la obra llegue dañada, nosotros nos encargaremos de gestionarlo todo.


El tiempo de entrega de las reproducciones es de 5 a 7 días laborales, mientras que el tiempo aproximado de entrega de obras originales varía en función del país de origen de la obra. Una vez el artista tiene la obra lista para el envío, tu pedido puede tardar entre 24 y 72 horas en ser entregado, pero estos tiempos pueden verse afectados por posibles gestiones en aduana si el país de origen se encuentra en un espacio común (UE, NAFTA, etc.) diferente al de tu país. Recuerda, fíjate bien en el origen de la obra antes de comprar, puedes consultar los posibles costes de importación aquí. Los envíos desde países como Argentina, Colombia o Cuba necesitan una autorización especial para la exportación, por lo que hay que tener en cuenta esto de cara al tiempo de entrega.


No hay que olvidar que se trata de obras de arte, por lo que pueden estar en una exposición. Normalmente, estas obras están marcadas como “no disponible” en la web, pero si está a la venta, tienes que tener en cuenta que el artista tiene que gestionar con la organización la devolución de la obra para poder preparar el envío de la misma.


Disfruta ahora de todo el arte en Artelista

Atención personalizada

Atención personalizada


Estamos trabajando con un producto único como lo son las obras de arte, y nuestra intención es que tú también lo sientas así, por lo que ofrecemos una atención personalizada y cercana. Estamos a tu disposición en todo momento. Si tienes cualquier inquietud sobre el artista, alguna pregunta sobre el estado de tu pedido o necesitas contactar con nosotros para informarnos de lo que sea.


Contacta con nosotros como prefieras:

  • - Envíanos un email a: customerservice@artelista.com
  • - Utiliza el chat que tienes disponible en la web

Disfruta ahora de todo el arte en Artelista

Información sobre reproducciones

En este momento no es posible realizar envíos de reproducciones fuera de España. Estamos trabajando para volver a ofrecer el servicio lo antes posible.

Disculpa las molestias