Esta obra nos sitúa en un paisaje que parece suspendido entre lo real y lo onírico. En primer plano, un banco de madera descansa junto al borde de un lago tranquilo, como si esperara a alguien que aún no ha llegado. La escena está envuelta por un bosque otoñal, cuyas hojas doradas y rojizas sugieren el paso del tiempo, mientras el agua refleja con fidelidad no solo los árboles, sino también el cielo que se abre en formas inesperadas.
El cielo, lejos de ser un fondo pasivo, se convierte en protagonista: pinceladas rectangulares y vibrantes se expanden desde un punto central, como si la luz estuviera siendo liberada en todas direcciones. Estas formas, reflejadas en el lago, crean una simetría surreal, una atmósfera que transforma el paisaje en un espacio de contemplación profunda.
La técnica pictórica combina elementos realistas con gestos abstractos, fusionando lo tangible con lo simbólico. El resultado es una imagen que no representa un lugar específico, sino un estado interior: la espera, la calma, la apertura a lo desconocido.
Esta pintura no muestra solo un banco frente al agua: muestra el momento en que el mundo se vuelve receptivo, en que la luz se fragmenta para tocar cada rincón, y en que el espectador, al detenerse, descubre que también está siendo observado por el paisaje. Es una invitación a la pausa, al asombro, y a la posibilidad de que lo cotidiano se transforme en revelación.
Año: 2025
🖌️ Técnica pictórica
Pincelada digital o acrílica con textura visible: los trazos son rectangulares, dinámicos, y se expanden desde un punto central en el cielo, lo que sugiere una técnica gestual, casi expresionista, aplicada sobre una base paisajística.
Superposición de capas: hay una clara construcción por capas de color, especialmente en el cielo y su reflejo en el lago, lo que genera profundidad y movimiento.
Fusión de estilos: el paisaje (banco, lago, bosque) está tratado con una sensibilidad realista, mientras que el cielo y su reflejo adoptan un lenguaje abstracto, casi geométrico, que recuerda al arte digital contemporáneo o a técnicas mixtas sobre lienzo.
Paleta y composición
Paleta cálida y contrastada: predominan los tonos otoñales (rojos, dorados, verdes apagados) en el bosque, mientras que el cielo introduce colores más vibrantes y saturados, creando un contraste emocional entre lo terrenal y lo celeste.
Composición radial: el punto de fuga está en el cielo, desde donde se irradian las pinceladas rectangulares, generando una sensación de expansión y energía que se refleja en el agua.
Simetría poética: el reflejo del cielo en el lago crea una simetría que no es perfecta, pero sí emocional, reforzando la idea de que el paisaje está vivo y responde a la luz.
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