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Técnica: Óleo sobre bastidor entelado
Medidas: 40 x 60 cm
Esta obra captura la serenidad de un paisaje natural al atardecer, donde la luz y el color se convierten en protagonistas absolutos. Realizada al óleo sobre bastidor entelado, la pieza se distingue por la suavidad en el tratamiento del cielo y el reflejo del sol poniente sobre las aguas del río, logrando una atmósfera de calma y contemplación.
La composición se estructura en tres planos que guían la mirada del espectador: en primer término, la ribera verde con sus texturas sutilmente trabajadas; en segundo plano, la superficie del agua que refleja los tonos dorados y azulados del cielo; y al fondo, la línea de árboles que enmarca la escena y aporta profundidad a la perspectiva. El cielo, con sus nubes en movimiento, aporta dinamismo y contrasta con la quietud del agua, creando un equilibrio entre lo etéreo y lo terrenal.
El dominio de la luz es un aspecto central de esta pintura: el sol en el horizonte irradia tonos cálidos que se difuminan hacia los fríos del crepúsculo, transmitiendo la fugacidad de un instante único. La obra invita a detenerse en el presente y contemplar la armonía de la naturaleza, evocando sensaciones de paz, introspección y conexión con lo esencial.
Se trata de una pieza ideal tanto para coleccionistas de arte paisajista como para quienes buscan incorporar en su espacio una obra que transmita calma y equilibrio a través de la fuerza expresiva del óleo.
Valeria Giselle Molina, nacida en el 1993, Buenos Aires, Argentina, 32 años. Obras de oléo, acuarela, tecnicas mixtas, acrilicos. Autodidacta.
Estudió en "Centro Cultural Goya"
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