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La obra captura de manera vívida y emocional la sensación de libertad en la orilla del mar. La figura femenina, delicadamente pintada, sujeta por la brisa marina que mueve su cabello y vestido, simboliza la conexión entre feminidad y naturaleza. Los tonos azules intensos y las texturas creadas con espátulas en el fondo reflejan la serenidad y el dinamismo del océano, mientras las ondas del vestido evocan el flujo constante de las olas. Esta pintura no solo representa un momento de paz, sino también la esencia del viento y el agua, invitando al espectador a sentir el aire fresco y liberador del océano.
Desde niña quise ser pintora. Es algo maravilloso ser capaz de crear y transformar la materia en una obra de arte , trasmitir mis emociones y conectar con las personas a través de mis obras.
Me inicié en la pintura de una forma realista pero ha ido evolucionando hacia trabajos mas abstractos y expresionistas
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