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Antonio Abril transforma un objeto cotidiano en una obra de arte contemporáneo llena de vitalidad. En esta pieza, un sillón tapizado con motivos florales se convierte en protagonista absoluto, rodeado de un entorno colorido y abstracto. Las flores, en tonos rojos, amarillos, azules y rosas, aportan frescura y optimismo, mientras que el fondo verde crea un contraste vibrante que refuerza la sensación decorativa. Una obra que fusiona lo doméstico con lo artístico, ideal para quienes buscan color y originalidad en sus espacios.
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