Nada más que 17 semanas han hecho falta para que Picasso, de nuevo, haya reventado marcas: en este caso, en el Metropolitan de Nueva York ( EE.UU. ). El museo, que ha acogido a lo largo de los últimos meses la exposición 'Picasso in The Metropolitan Museum of Art', finalizada este agosto, ha visto cómo por sus salas desfilaban más de 700.000 personas. Un récord de visitantes para un artista en exhibición, que reafirma nuevamente al malagueño como el autor más famoso y valorado de nuestra contemporaneidad.


Un promedio de 6.700 asistentes diarios a la exposición, con unos máximos de 10.000 en fines de semana, ha hecho posible la consecución de una cifra total semejante, que ha posicionado a esta muestra en el séptimo puesto en el ranking de exposiciones realizadas en los últimos cincuenta años en el Met. Unos números que no se veían desde hacía ya quince años, cuando el museo celebró una gran cita basada en los orígenes del impresionismo. En esta ocasión, la institución neoyorquina presentó 300 obras de Picasso procedentes de sus propios fondos, lo que ha supuesto una oportunidad única para ver reunida una de las colecciones del mundo más importantes sobre la obra de este artista, con grandes piezas como Arlequín sentado, Gertrude Stein o Cabeza de mujer.


Una muestra que, dada sus peculiaridades, auguraba una asistencia excepcional que, en palabras del propio director del Museo Metropolitano, Thomas P. Campbell, "es un testimonio no sólo de la popularidad de este artista icónico, sino también de la riqueza y profundidad que el museo otorga a sus obras en materia de exhibición, además de una muestra de la paciente labor de conservación ejercida por el personal profesional del museo a la hora de estudiar y montar una exposición que, como ésta, sucede una sola vez en la vida".



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