El Museo Guggenheim Bilbao (España), presenta, dentro de la iniciativa Laboratorios: Miradas en torno a la Colección Permanente, una exposición dedicada a Aitor Ortiz (Bilbao, 1971), artista visual que destaca por la utilización de la fotografía como medio de estudio de la arquitectura y del espacio y que nos desgrana a continuación las características del proyecto.
¿Qué destacaría de su obra 'Muros de Luz'?
La inestabilidad visual, las limitaciones de la fotografía, la transformación de un espacio tridimensional en bidimensional y la constatación de un espacio inexistente a través de recursos visuales, de luz. La luz es la generadora del espacio, no sólo del hueco, como ocurría en la serie Muros de luz, sino también como elemento de construcción de objetos, algo que sucede en mis últimos trabajos. La luz es un elemento clave que está presente de una u otra forma en cualquier representación, pero hay casos, en los que la luz y la sombra son elementos constitutivos del espacio, de la pieza y de la experiencia perceptiva del espectador.
La iniciativa 'Laboratorios' tiene como objetivo fomentar la difusión y conocimiento del arte moderno y contemporáneo, ¿hasta qué punto existe desconexión entre el arte contemporáneo y el público? ¿Cree que estas iniciativas ayudan efectivamente a mejorar su proyección social?
Creo que es una iniciativa interesante para comprender las motivaciones que propician un trabajo, el proceso de desarrollo continuado, la metodología de prueba y error. Creo que el hecho de poder acceder a esta información refuerza la relación entre el espectador y la obra. Como decía Igor Stravinski: "no basta con oír la música; además hay que verla".
Las muestras que componen 'Laboratorios' están diseñadas con un enfoque didáctico, ¿qué reflexión espera que el público se lleve a casa tras visitar la exposición?
La sensación de tener más conocimientos que antes, de haber recibido una información que les haga entender y disfrutar más de un trabajo, una herramienta que en futuras exposiciones ponga en contexto una obra aislada.
Su relación con el Museo Guggenheim Bilbao se remonta a 1995, ¿cómo la describiría?
Efectivamente mi relación con el Museo se remonta al año 1995, cuando el Museo me hizo el encargo de fotografiar el proceso de construcción del edificio. Para mí fue un encargo muy importante en ese momento y que definiría, en alguna medida, la evolución posterior entre mi trabajo y la arquitectura. A partir de inaugurarse el Museo, en el año 1997, perdimos prácticamente el contacto hasta el año 2007 en el que Rosa Martinez preparaba la exposición Chacun à son goût en el Museo con motivo del décimo aniversario y nos seleccionó a doce creadores vascos. A partir de ahí, al año siguiente, el museo adquirió la obra Muros de luz 011 para su colección permanente y en 2010 me propusieron hacer la exposición de Laboratorios.
Usted utiliza de la fotografía como medio de estudio de la arquitectura y del espacio ¿qué aporta la fotografía a este estudio que no aporten otras artes plásticas?
En mis trabajos existe una preocupación constante entre la experiencia y la representación y por lo tanto entre la relación del espacio o edificio fotografiado, la escala y posición de la fotografía en el espacio expositivo y finalmente el espectador. Trabajo en ámbitos relacionados con la arquitectura pero analizados desde recursos o características propios de la imagen o de la fotografía. Las fotografías tratan sobre arquitectura y se inscriben en ocasiones en una arquitectura concreta. La luz real y las sombras que arrojan construyen un nuevo espacio arquitectónico en la sala. Mi intención era hacer "crecer" las piezas fotográficas en un espacio tridimensional; al introducir luz real, las proyecto sobre la arquitectura de la sala, crecen aún más, pero sobre todo, modifican nuestra percepción de la arquitectura.
¿Qué proyectos futuros tiene en mente?
La editorial alemana Hatje Cantz acaba de publicar una monografía sobre mi trabajo y, del 16 de diciembre al 4 de marzo, expongo individualmente en el Museo Sueco de Fotografía (Fotografiska), de Estocolmo.