Camille Pisarro fue el pintor de la naturaleza agreste y de la vida rústica. Nunca buscó motivos raros ni horizontes excepcionales, ni embelleció las cosas. Por esto sus obras causaron entonces repugnancia, porque el público los consideraba vulgares y groseras, no pudiendo comprender el encanto de aquella sencillez natural.
En 1883 se estableció en Eragny-Razincourt, y habiendo enfermado de la vista y no pudiendo soportar la intemperie, trasladó su residencia en Ruán, dedicándose a la pintura de escenas urbanas, interiores domésticos y otros asuntos semejantes, y pasando luego a París, donde aumentó su ya gran producción con admirables vistas de la gran ciudad.
Pissarro trabajó mucho al óleo, a la aguada, al aguafuerte y a la litografía. De sus obras, merecen mencionarse: Paisaje de Montmorency, Orillas del Marne, Ruta de Cachalas a la Roche Guyon, Otoño, La carretera de Louveciennes, Efecto de nieve, Orillas del Oise, Sendero a través de los campos, La recolección de manzanas, Vista de Ruán…
¿Te gusta la obra de este artículo? Cómprala aquí