
Procedente de una estirpe guerrera,
Akira Kurosawa participará de un sentido de la
disciplina y un conocimiento de la cultura tradicional a los que unirá desde muy joven su
pasión por la literatura, la pintura y el cine. De este modo, antes que director,
Kurosawa quiso ser pintor. Y esta faceta queda recogida en los diferentes
storyboards ahora expuestos en una muestra que, junto con
fotogramas y carteles de sus películas, descubren en
AlhóndigaBilbao ( País Vasco, España ) el
proceso creativo de un artista homenajeado en el
centenario de su nacimiento.
Un año, el de Kurosawa, que se cierra ahora en el País Vasco con esta muestra en la que, por primera vez, se exhiben los
storyboards originales dibujados por el cineasta para la realización de "Kagemusha, la sombra del guerrero", "Ran", "Los sueños de Akira Kurosawa", "Rapsodia en agosto", "Espera un poco" y "El mar que nos mira". Un conjunto que se complementa con la proyección de fragmentos seleccionados de estas películas, así como el vestuario utilizado durante el rodaje de "Ran", y dos instalaciones audiovisuales: una dedicada a la relación de Krurosawa con la pintura existente en su filmografía, complementado por otro en el que se ha realizado una selección de fragmentos de las adaptaciones, homenajes, citas y remakes que ha generado su cinematografía.
La exposición, que traza una línea entre la cultura tradicional de Japón, la particular expresión estética del cineasta, y sus influencias previas y su aportación a creadores posteriores, es uno de los pilares de un programa más amplio dedicado a celebrar el centenario del nacimiento de Akira Kurosawa, en el que se podrán encontrar conferencias, cursos, talleres y un ciclo de cine en torno a su figura.
Más información: AlhóndigaBilbao