Así lo desvela una inédita exhibición de la galería PaceWildenstein de Nueva York. Su fundador, el comerciante y productor de cine, Arne Glimcher, demuestra como el cine de principios de siglo XX fue gran fuente de inspiración para los cubistas. Pablo Picasso y George Braque, los dos grandes de esta corriente, quedaron fascinados por las primeras películas del cine mudo. Y así lo plasmaron en su obra.
El cine antiguo en el Cubismo
'Picasso, Braque y el Cine Antiguo en el Cubismo'. Así se titula la primera muestra que explora el papel del cine en uno de los movimientos artísticos más radicales de la era moderna: el cubismo. La exposición reúne, hasta finales de junio, 19 pinturas de Picasso y Braque prestadas por importantes colecciones, como el Metropolitan Museum of Art y el Museo de Arte Moderno (MoMA), en Nueva York, la Tate Modern de Londres y el Centro Georges Pompidou, en París.
Se trata, así, de la exposición de obras maestras del Cubismo más importante que se haya hecho en Nueva York desde 1989. Organizada por la directora de la galería y anterior comisaria de Dibujos del MoMA, Bernice Rose, la exhibición tenía 20 años dándole vueltas en la cabeza al fundador de PaceWildenstein, Arne Glimcher, quien además es productor de cine.
Picasso y Braque, unos cinéfilos
Glimcher tenía la intuición de que las múltiples perspectivas e imágenes fragmentadas del Cubismo le debían mucho a las películas que Picasso y Braque vieron en París. Por ese entonces en la capital francesa de los hermanos Lumiére estaba naciendo la experiencia moderna de "ir al cine". Los dos iban al cine y estaban entusiasmadas con las películas del cine mudo. ¿Consecuencia? Sus obras fueron como esponjas. Absorbieron todo el movimiento, las imágenes fragmentadas, la iluminación y las perspectivas propias del séptimo arte.
La influencia del cine en el arte
La teoría es novedosa y desafiante desde el punto de vista histórico, ya que si bien el Cubismo suele ser asociado con Cézanne y la modernidad, nunca antes se había estudiado a fondo su vinculación con el cine. Ahora queda claro que el cubismo fue el primer movimiento artístico que abordó la imagen en movimiento.
Hasta hoy la influencia del cine en el arte ha sido un tema poco explorado. Incluso la vida íntima de Picasso y Braque ha preocupado más a los historiadores. Pero Bernice Rose quería investigarlo, y aunque no encontró documentación que revelara que Picasso y Braque hablaban de cine, no desistió. Así fue como encontró algunos datos biográficos, como por ejemplo que Picasso vio su primera película en 1896 en Barcelona, y que en 1907, en París, Braque era ya parte de la cultura cinematográfica de la ciudad.
La forma, el concepto y el proceso
La muestra desvela que el cine fue para ellos una fuente de inspiración. El Cubismo adoptó las imágenes del cine como forma, como concepto y como proceso. Así, los cortometrajes sobre aeroplanos en construcción, la fabricación de un violín -un instrumento musical recurrente en las pinturas de Braque- o los músicos que tocaban en las salas de cine se habrían filtrado como sujetos en los cuadros de ambos artistas.
En cuanto al proceso, se podría afirmar que los ángulos de la cámara, la iluminación, las sombras proyectadas en los escenarios, las disoluciones de escenas y las técnicas de edición del cine se hacen evidentes en las imágenes segmentadas del Cubismo. Incluso la paleta austera de grises y ocres y la pincelada fragmentada estarían influidas por las técnicas del cine antiguo. Además, el Cubismo registró la velocidad y la imagen en movimiento a través de planos contrapuestos en distintos ángulos y composiciones que el espectador, como una cámara de cine, debía recomponer en el ojo.
Todo un descubrimiento para el arte.
Más información: Picasso, Braque y el cine antiguo en el Cubismo